Rioverde, SLP.- Existen tradiciones que se rehúsan a extinguirse, y quedan en el corazón de quienes hace décadas fueron niños y que al ser ahora abuelitos buscan mostrarle a sus nietos un pedacito de su infancia, de sus raíces, de aquello que representó para ellos una época feliz.
Poca es ya la demanda del “ponte duro”, un dulce típico en la Zona Media, elaborado a base de pinole, una pizca de canela y el amor de las manos artesanas que han legado esta tradición casi a punto de perderse.
Evangelina Álvarez, comerciante de dulces artesanales, dijo que es poca la demanda que se tiene de “ponte duro”, debido a que por lo general son las personas mayores las que buscan este dulce típico. Además, son escasas las personas que los elaboran.
El ponte duro es un dulce típico que había desaparecido del mercado, debido a que el señor que los elaboraba para su venta falleció hace alrededor de 10 años. Fue hasta hace 2 meses que una mujer se ofreció a hacerlo de nuevo y sacarlo al mercado. “Ese ya nadie lo conoce”, dice la señora.
El ponte duro es semejante a una galleta, de un centímetro de espesor, con azúcar, maíz molido, canela que se compacta para que esté completamente rígido. Este dulce se roe, en lugar de morder.
“Lo piden esporádicamente”, personas mayores, quienes recuerdan que sus abuelas lo elaboraban. Son su sabor, textura y aroma lo que les trae nostalgia y recuerdan su infancia.