Sacerdotes ya tienen protocolo de seguridad

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) presentó sus "Protocolos Básicos de Seguridad Eclesial: Personal y de Recintos Religiosos", el cual tiene la finalidad de dotar de medidas de seguridad a los sacerdotes en el entorno de violencia que se vive en México. Juan Jesús Priego Rivera, vocero del Arzobispado potosino, consideró que es un protocolo necesario, sobre todo por las muertes de sacerdotes, que en este sexenio de Enrique Peña Nieto, suman 24 decesos, cuatro de ellos en lo que va de este 2018.

Priego Rivera explicó que esto es algo que la Iglesia Católica ya había adelantado, sobre todo en temas respecto a cómo evitar las salidas nocturnas, pues a veces algunas personas piden ir a ver algún enfermo, pero por lo regular es muy raro que alguien se agrave de un día para otro, por supuesto no se descarta y se acude, pero de preferencia se procura que los sacerdotes no vayan solos a este tipo de servicios, sino que la misma persona que pide que vaya sea quien se encargue de llevar al sacerdote; asimismo mencionó el tema de los celulares, es algo que se debe traer siempre para la seguridad personal.

"Vamos a conocer en detalle, todavía no nos llega (el protocolo) a nosotros, lo que hemos visto es lo que ha sido dado a conocer a través de los medios de comunicación y ese protocolo en la próxima reunión del Presbiterio, el señor Arzobispo va a insistir en que se conozca ese protocolo de seguridad", dijo Priego Rivera, quien reconoció que se está viviendo en un entorno cada vez más violento, entonces lo que quiere la Iglesia en México es que por lo menos haya el mínimo de seguridad para los sacerdotes, "son cuestiones simplemente de seguridad elemental, no hay nada más y yo así lo veo, porque no vamos a pedir ni seguridad personal ni a pedir ningún privilegio".

Para concluir, consideró que las agresiones a los sacerdotes se ha debido al grado de liderazgo que tienen en las comunidades en donde el sacerdote se desempeña, sobre todo en las comunidades rurales, en las que sigue siendo un líder de opinión que muchas veces tiene que expresar cosas que no les gustan a los grupos delictivos, "incluso en las áreas rurales el sacerdote, si un hijo se droga, lo que hace es platicar con él para ayudarlo a salir de esa adicción, y eso no le gusta a los que venden la droga".