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Evo Morales estrenará palacio presidencial de 34 mdd

Agencia | 21/06/2018 | 18:05

La “Casa del Pueblo”. Así bautizó el presidente de Bolivia Evo Morales a su nuevo palacio presidencial, un templo al lujo de 34 millones de dólares, edificado en la nación más pobre de Sudamérica. La construcción de 28 pisos incluye helipuerto, suite con jacuzzi, sala de masajes y gimnasio.
 
La inauguración estaba fijada para este jueves, pero fue diferida tras las críticas que ha despertado. El Ministerio de la Presidencia, manifestó en un comunicado que la recepción es “provisional”. El rascacielos sobresale entre las pocas casonas coloniales que quedan en el centro histórico de La Paz, detrás del actual palacio colonial que cobijó a los presidentes desde fines del siglo XIX.
 
Las palomas vuelan por debajo del piso 26, adonde Morales mudará su despacho y desde cuyos ventanales blindados se ven de fondo los barrios pobres apiñados en las laderas que circundan la ciudad.
 
“No es novedad que líderes populistas y caudillistas necesiten postergarse en monumentos faraónicos, en su deseo de magnificarse y eternizarse” asegura el analista político José Rafael Vilar.
 
Líderes políticos han cuestionado el despilfarro y la oposición prefiere llamarla “palacio de Evo”. “Es una expresión de irresponsabilidad frente a la contracción económica y de desubicación con la realidad del país”, dijo a The Associated Press el analista y escritor José Rafael Vilar.
 
“No es novedad que líderes populistas y caudillistas necesiten postergarse en monumentos faraónicos, en su deseo de magnificarse y eternizarse”, agregó.
 
Nacido en una choza de adobe, sin agua ni electricidad, el primer presidente indígena de Bolivia ascendió al poder en 2006, como una fuerza renovadora tras el derrumbe de los partidos tradicionales, que se hundieron en escándalos y corrupción. Pero luego de más de 12 años en el poder, esos mismos males están minando la popularidad de Morales, a un año y medio de las elecciones, según analistas y encuestas recientes. “No es un lujo, es para servir mejor al pueblo. El actual palacio me parecía una ratonera”, dijo Morales en 2014, cuando inició la construcción.
 
“Cada revolución que transforma las condiciones de vida de un país, deja un conjunto de símbolos duraderos que reflejan los nuevos espacios de democratización” declaró Álvaro García, Vicepresidente de Bolivia.
 
“La Paz es sede de Gobierno, La Paz está en la imagen de todo el mundo. ¿Cómo no podemos dotarnos de buena infraestructura para administrar, para servir al pueblo boliviano?. Sé que no es el pueblo paceño el que rechaza la Casa del Pueblo, sino son algunos políticos que nunca han querido cambiar Bolivia, hay que entender, es la mentalidad colonial, es la mentalidad sumisa a intereses externos”, justificó el mandatario boliviano el pasado 1 de junio.
 
El año pasado, el mandatario inauguró un museo que recoge su propio legado en su aldea natal de Orinoca. La suntuosa edificación desentona entre las casas pobres del altiplano árido en el occidente del país. En uno de los salones destaca la camiseta de la selección argentina, que Lionel Messi le regaló a Morales.
 
Tras ganar con 54 por ciento de los votos en 2005, Morales obtuvo las más altas votaciones históricas hasta lograr 67 por ciento en un referendo en 2008, mientras el país vivía una bonanza nunca vista por los altos precios de las materias primas. Pero la pobreza aún castiga a 40 por ciento de la población.
 
Desde 2014, el gobernante Movimiento al Socialismo ha sufrido sucesivas derrotas en comicios regionales, incluido un referendo en 2016, que rechazó la pretensión de Morales de modificar la constitución, para habilitarse a un cuarto mandato, recordó Vilar. No obstante, el mandatario logró que un tribunal lo habilitara para postularse en noviembre de 2019, mientras crecen las voces que piden respeto al voto popular.
 
Las denuncias de corrupción han mermado la popularidad de Morales. Una encuesta de junio le da 25 por ciento de intención de voto.
 
“A la oficina se va a trabajar, la piscina y el sauna son para el fin de semana”, cuestionó el gobernador de La Paz, el opositor Félix Patzi, a propósito del nuevo palacio. Sólo tendrá “un lugar de descanso para tomarse un respiro de su agitada agenda”, justificó el ministro de Defensa, Javier Zabaleta.
 
El gobierno defendió la utilidad de la obra. La ministra de Comunicación, Gisela López, manifestó en mayo que “el nuevo edificio es una necesidad para el Ejecutivo, una necesidad para el pueblo”.
 
La norma municipal prohíbe edificaciones elevadas, un impedimento que Morales pasó por alto con leyes aprobadas por el Parlamento, controlado por su partido.
 
Como presidente, Morales tiene una residencia oficial que ha sido remodelada en los años 90. Algunos materiales para el nuevo palacio han sido importados de Alemania, Estados Unidos y China. El mandatario ocupará dos pisos de mil 68 metros cuadrados en total y tendrá un ascensor exclusivo. La torre cuenta además con un auditorio para mil personas.
 
El expresidente e historiador Carlos Mesa dijo que la obra también “dañó la imagen urbano-arquitectónica de la sede de gobierno (La Paz) a nombre de la modernidad”, mientras que el principal líder opositor, Samuel Doria Medina, propuso que el edificio de 120 metros de alto sea convertido en un hospital, para salvar el déficit de los servicios públicos de salud.