Jueves 28 de Marzo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.
Los trenes más peligrosos del mundo
Los trenes más peligrosos del mundo
Los trenes más peligrosos del mundo
Los trenes más peligrosos del mundo

Los trenes más peligrosos del mundo

Agencias | 19/06/2018 | 20:12

El ferrocarril es sin duda un buen medio de locomoción. Lo podemos sufrir si lo utilizamos a diario para ir y venir del trabajo en horas punta. O disfrutar si lo elegimos para transportarnos cuando emprendemos un viaje. Sin embargo, no todos los trenes son iguales. Algunos pueden no estar en óptimas condiciones, otros tienen recorridos que parecen desafiar a la ley gravedad y están los que atraviesan zonas donde la naturaleza no parece del todo amigable con el hombre.
 
Hoy te proponemos una  selección de recorridos en tren hacia lugares que solo son aptos para las personas viajeras más valientes. 
 
Nariz del Diablo (Chimborazo, Ecuador)
 
Si no sientes vértigo, este tren es para ti. Se trata de un recorrido turístico muy buscado por los viajeros de todo el mundo que se inicia en Alausí y culmina en Sibambe, pasando por la Nariz del Diablo, en la céntrica provincia de Chimborazo. El viaje dura unas dos horas y media, en las que el ferrocarril atraviesa en zigzag una pared de casi 90 grados, a unos 1800 metros sobre el nivel del mar. Sin duda es una obra maestra de la ingeniería. Además, las panorámicas que se observan de montañas y ríos son indescriptibles. Tienes que verlas. ¿Te parece peligroso? Ten en cuenta que es uno de los muchos tramos del antiguo ferrocarril trasandino que fueron reahabilitados para el turismo durante la presidencia de Rafael Correa.
 
Tren a las Nubes (Salta, Argentina)
 
¿Quién no querría tocar el cielo con las manos? ¿Que no es posible? Si viajas al norte argentino y te montas en el turístico Tren a las Nubes, te aseguro que lo conseguirás. El recorrido comienza en la estación de San Antonio de los Cobres y -en aproximadamente una hora- llega hasta el Viaducto de la Polvorilla, en plena Puna y a 4.200 metros sobre el nivel del mar. Además de deslizarte sobre la obra más imponente de la ingeniería del siglo pasado de ese país sudamericano, no podrás creer lo que verán tus ojos. Así que mejor mantenlos bien abiertos, deja los miedos a la altura de lado, provéete de un poco de coca para mascar por si te agobias ¡y a las nubes! Igualmente ve tranquilo, que los operadores de este servicio turístico tienen previstas todas las contingencias.
 
Ferrocarril Qinghai-Tíbet (China)
 
Seguimos en las alturas pero cambiamos de continente para invitarte a subir al tren popularmente conocido como “Camino al cielo”. Y esto no quiere decir que te vayas a morir si lo tomas. Los  1.142 kilómetros de su trayecto transcurren a una altitud media de 4.300 metros, a través de esta meseta del suroeste chino con condiciones climáticas extremas. También atravesarás unos 675 puentes para evitar la amenaza del hielo. Para tu tranquilidad, cada vagón cuenta con sistemas de suministro de oxígeno y está sellado herméticamente. Como verás, está todo bajo control, teniendo en cuenta que te has montado al ferrocarril más alto del mundo, con tramos que superan los 5.000 metros sobre el nivel del mar. ¿Te lo vas a perder?
 
Ferrocarril Rameswaram – Chennai (India)
 
Este ferrocarril atraviesa una zona afectada por ciclones y fuertes vientos. Algunos tienen el mal recuerdo del accidente ocurrido en 1964 sobre el puente que atraviesa el estrecho de Palk, que une el continente con la isla de Pamban. En esa oportunidad, un ciclón provocó que un tren cayera al mar, causando más de un centenar de muertos. Sin embargo, al año siguiente se instaló un dispositivo para monitorear la velocidad del viento y el servicio ferroviario se interrumpe si supera los 64 kilómetros por hora. Así que no tienes excusa si quieres cruzar desde el sur de la India hasta la isla y conocer el magnífico templo de Ramanathaswamy, recorrer sus hermosas playas, disfrutar de un exquisito plato de pescado o mariscos y hasta practicar submarinismo.
 
Ferrocarril Napier-Gisborne (Nueva Zelanda)
 
A estas alturas podemos afirmar que ya nada te asusta a la hora de viajar en tren, ¿verdad? Pues que me dices de ir en uno que atraviesa una pista de avión. Para vivir esta experiencia debes trasladarte a la costa este de la Isla Norte de Nueva Zelanda. Tiempo atrás, las vías estaban más alejadas de la pista pero, durante la Segunda Guerra Mundial, está se amplió. Desde entonces, hay un semáforo que indica cuándo el tren debe esperar o tiene vía libre. Más peligroso es transitar por las calles de algunas ciudades superpobladas de gente, vehículos y señales de tránsito, ¿no crees? Además, hay controladores aéreos fijándose que todo marche bien. Y claro, están los paisajes de Nueva Zelanda para hacer que esta experiencia valga la pena.