Jugar en exceso ya es una enfermedad mental, según la OMS

2018-06-19 | 10:35 | DailyTrend

A principios de 2018 la comunidad gamer recibió una noticia un poco extraña, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró que incluiría un nuevo trastorno relacionado con los videojuegos en la siguiente edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD, por sus siglas en inglés).

Después de varios meses, ahora es oficial, pues la undécima versión de este documento por fin incluyó de forma oficial el ahora llamado "Trastorno del juego", que ya puede ser considerado como una enfermedad mental.

De acuerdo con la Clasificación Internacional de Enfermedades, este trastorno se identifica por la presencia recurrente de tres factores:

1.- Falta de control en la frecuencia, intensidad, duración y contexto de las sesiones de juego.

2.- Incremento en la prioridad otorgada a los videojuegos sobre otros intereses y actividades de la vida diaria.

3.-Continuación en el juego a pesar de las consecuencias negativas.

 


De acuerdo con el Dr. Vladimir Poznyak, quien propuso ante la OMS incluir el "trastorno del juego" en el documento, el diagnóstico sólo puede aplicarse si el patrón ha sido constante por alrededor de 12 meses, y sólo podría tomarse en cuenta con menor tiempo si los síntomas son muy fuertes.

Es importante señalar que la clasificación no propone medidas de prevención ni tratamiento, pues sólo establece una condición como categoría, esto con la finalidad de que los países los consideren en futuros programas de prevención y tratamiento, si lo consideran prudente.

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La decisión de incluir este nuevo trastorno ha sido duramente criticada por varios especialistas, pues consideran que sería un diagnóstico secundario, derivado probablemente de ansiedad o depresión.

Lo curioso de este asunto, es que la discusión sobre este tema ha incluido a Fortnite como uno de los principales videojuegos asociados con la enfermedad, ya que es uno de los títulos más populares actualmente.

Los profesionales de la salud seguramente seguirán discutiendo sobre este tema en las semanas posteriores, pues muchos consideran que considerar el "trastorno del juego" como una enfermedad, abre el camino para que comportamientos como mirar la televisión sean considerados nocivos per se, y podrían obviar la presencia de otras alteraciones mucho mayores.

 

 

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