Las ‘pistolas pluma’ existen y se venden en México: detienen a un hombre con 30 armas y dos mil cartuchos

En la Ciudad de México han detenido a un sujeto que comercializaba armas de fuego en forma de pluma como si de chicles se trataran.

El reporte dice que elementos de la Policía Federal Ministerial acudieron al estacionamiento de un centro comercial en la capital del país tras una denuncia de posible venta de armas de fuego.

Al llegar, ubicaron a un sujeto cuya descripción concordó con la señalada en la denuncia. Al hacer la revisión correspondiente, encontraron 30 pistolas pluma y dos mil cartuchos efectivos calibre .22.

Tras la detención, el sospechoso y los elementos incautados fueron puestos a disposición del Ministerio Público de la Federación para realizar las investigaciones pertinentes ligados a los probables delitos de posesión de armas de fuego y cartuchos sin licencia.

La venta de productos como este se lleva a cabo de manera impune en grandes sitios de e-commerce.

De acuerdo con la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, un arma de fuego cuyo proyectil sea igual o mayor a calibre .22 se puede portar siempre y cuando se tenga el permiso correspondiente. De igual manera, la venta de este tipo de artefactos a usuarios sin dicho permiso, se considera ilegal.

Y bueno, seguramente se han de estar preguntando cómo funcionan estas pistolas pluma. Con la venta de cada unidad se incluye un instructivo que indica cómo cargarla y su funcionamiento.

La pistola pluma es básicamente la recámara de una pistola convencional, por decirle de alguna manera. Se deben separar (desenroscar) ambas partes e introducir la bala, luego volver a unir y hay una parte que funge como martillo que al cargar y soltar golpea el proyectil y detona la pólvora para el disparo. Lo dicho, básicamente es la recámara de un arma de fuego.

Respecto a qué tan letal podría ser esta arma, no contamos con el detalle exacto. Sin embargo, si tenemos en cuenta que es una bala accionada por pólvora, sin mencionar el calibre del proyectil, sus efectos podrían llegar a ser similares a los de un arma convencional.

"La realidad supera a la ficción", nunca mejor aplicado.