Plano Informativo | 09/06/2018 | 01:02
El vocero del Arzobispado de San Luis Potosí, Juan Jesús Priego Rivera, criticó que se sigan utilizando la pobreza y las carencias de algunos ciudadanos como "moneda de cambio" en las campañas políticas de algunos candidatos a puestos de elección popular.
Muestra de esta manipulación son los certificados que están repartiendo algunos partidos políticos en zonas de alta marginación.
Priego Rivera señaló que la Iglesia Católica ya lo ha dicho, y lo seguirá diciendo: el voto es mucho más valioso que cualquier dádiva. "Cuando tú das tu voto a cambio de cualquier beneficio o material inmediato, tú estás traicionado a tu patria".
Quien vende su voto está vendiendo su alma
El vocero de la Iglesia Católica potosina dijo que de lo que se trata es de combatir la pobreza extrema, la falta de servicios y por ello quien vende un voto está "vendiendo su alma" pues el voto no es comercializable.
Juan Jesús Priego Rivera lamentó que una sociedad como la mexicana sea democráticamente raquítica y que el voto es casi el único medio por el cual el ciudadano expresa su opinión, por ello vender el voto es vender la dignidad de ciudadano, que no se puede cambiar por nada, por más que se necesite.
Te quita el hambre un día y te la deja 364
"El que te da algo por tu voto te va a quitar el hambre un día, pero te la va a dejar 364 días", advirtió Priego Rivera.
Finalmente exhortó a las y los candidatos a no ofrecer nada inmediato o material a cambio del voto, pues de hacerlo, ellos son los principales comercializadores del voto. "Quizás pueden ofrecer la playerita y la gorrita que suelen dar, pero que nadie se sienta comprometido a votar por determinado candidato, el ciudadano es libre y el voto es libre", dijo Priego Rivera quien consideró que en lugar de dádivas deben dar propuestas que los lleven a ser una opción viable para los ciudadanos.
Pide estar alerta por manipulación de encuestas
Con anterioridad, Juan Jesús Priego Rivera ya se había referido al clima electoral durante el proceso actual y advirtió que el exceso de encuestas está creando un ambiente de conformismo y resignación, que en muchos casos se está convirtiendo en pesimismo.
Consideró que el hecho de que la sociedad pueda ver el nivel de manipulación de las encuestas ha ido minando la confianza de los votantes, que ya no creen lo que les dicen los voceros de los partidos políticos.
Priego Rivera dijo que "hasta el momento yo no ha conocido a nadie que haya sido interrogado por los encuestadores, yo no sé a quién encuestan porque nadie de los que yo conozco a sido encuestado".