Lilia Quevedo/Plano Informativo | 01/06/2018 | 01:34
San Luis Potosí es una urbe que se ha caracterizado por su crecimiento industrial, una ciudad que posee hasta 450 industrias.
El crecimiento industrial representa un desarrollo económico no sólo para los capitalinos, también para los habitantes del estado, connacionales y residentes extranjeros.
Este crecimiento también podría desembocar en una tragedia de salud pública, de no contar con una información exacta que revele qué están respirando los potosinos.
Ramón Ortíz Aguirre, profesor e investigador de la Facultad de Ingeniería de la UASLP, señaló que no son suficientes las estaciones de monitoreo que existen (que por cierto no funcionan), pues están muy alejadas de la zona que está produciendo componentes posiblemente nocivos para la salud.
Se pronostica que de aquí a 5 o 10 años, el panorama de lo que se respira será cada vez más incierto, pues se tienen proyectados nuevos parques industriales, e incluso la creación de una nueva Zona Industrial en el norte del Valle de San Luis Potosí (Soledad de Graciano Sánchez).
El especialista opinó que los empresarios, en su caso el dirigente de la Unión de Usuarios de la Zona Industrial (Uuzi), Ricardo Pérez Castillo, y los directivos de los parques industriales privados como Milenio, Tres Naciones y Logistik 1, 2 y 3, deberían de gestionar o ayudar a costear sus propias estaciones de monitoreo.
"A ellos también les conviene, para ellos también es muy importante; muchas empresas sí tienen emisiones a la atmósfera y hay que tomar en cuenta que también hay fuentes móviles con todos los tráileres y camiones que llegan".
La única empresa que cuenta con su propia estación es Industrial Minera México, su uso es totalmente privado y su información es confidencial.
Las consecuencias de la exposición al aire potosino ya son visibles. El especialista señaló que es notable el incremento de enfermedades respiratorias y aumento en focos de alergia.
No obstante, también se ha presenciado lluvia ácida, rocío matutino ácido: "estas circunstancias son muy delicadas porque en algún momento nos van a obligar a tener que implementar otro tipo de medidas".
En teoría, las cuatro estaciones colocadas en la capital potosina deberían de monitorear la situación atmosférica, cosa que no hacen pues la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam) ha reconocido que falta dinero y personal capacitado para ponerlas a funcionar.
Mientras tanto, tal parece que el camino más viable es la intervención de la Iniciativa Privada.