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Miles salen a las calles en Berlín en rechazo a racistas

Agencia | 27/05/2018 | 15:15

Tecno, barcos y banderas de colores: más de 25 mil personas salieron hoy a las calles de Berlín unidos bajo el lema "No al odio" para mostrar su rechazo a la manifestación convocada por el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
 
El río de banderas alemanas de los simpatizantes de AfD, que marchó desde la estación central de ferrocarriles de la capital alemana hasta la emblemática Puerta de Brandeburgo, transcurrió de manera paralela con miles de contramanifestantes ubicados en barcos y en la otra orilla del río Spree, que separa la estación del distrito gubernamental, donde se encuentran el Parlamento y la Cancillería.
 
Las 13 contramanifestaciones oficiales buscaron silenciar las proclamas de los ultraderechistas al ritmo de la famosa música electrónica que caracteriza a la ciudad y mostrar así otra Alemania, alejada del mensaje xenófobo y antislamista de los seguidores de la tercera fuerza política del país, por detrás de los conservadores de la canciller Angela Merkel y los socialdemócratas.
 
De acuerdo con datos de la Policía, al menos 25 mil personas se manifestaron en contra de AfD, frente a los aproximadamente 5 mil simpatizantes de AfD, que acudieron a la marcha desde diversas partes del país con carteles reclamando la salida de Merkel o el cierre de las fronteras para evitar la entrada de refugiados y alertando del supuesto peligro del islam.
 
La protesta de AfD comenzó al mediodía en la estación central de ferrocarriles de la capital alemana bajo el lema "A favor de la libertad y la democracia" y concluyó con un discurso de los presidentes del partido ultraderechista, Jörg Meuthen y Alexander Gauland, en la Puerta de Brandeburgo.
 
Meuthen calificó a Merkel como "la suma sacerdotisa del cinismo del poder". Con su política de refugiados "regaló literalmente Alemania", criticó sobre la gestión de la mandataria de la crisis de refugiados que llevó a que en 2015 llegaran a Alemania cerca de 900 mil solicitantes de asilo. Mientras, Gauland acusó a los partidos tradicionales de "amar" a los extranjeros en lugar de a los alemanes.
 
Poco antes, al inicio de la manifestación, Beatrix von Storch, miembro de la cúpula del partido, alertó del peligro de una "islamización" de Alemania y declaró que "el poder del islam en Alemania no es otro que el poder de los malos".
 
Asimismo, aprovechó su discurso para hablar de la polémica foto del futbolista internacional alemán Mesut Özil con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a mediados de mayo. "A pesar de su pasaporte alemán, no es alemán", porque no quiere cantar el himno nacional y se reúne con el presidente turco, criticó la diputada alemana de AfD. En su opinión es un ejemplo "de una grandiosa y fracasada integración".
 
La protesta de los simpatizantes del partido, que se convirtió en la tercera fuerza política del país en las elecciones del pasado septiembre gracias a un discurso xenófobo y antiinmigración, tuvo lugar entre fuertes medidas de seguridad con cerca de 2 mil agentes desplegados para la ocasión en una jornada que transcurrió sin disturbios.
 
Mientras la imagen de los seguidores de AfD recordaba capítulos oscuros de la historia alemana, los contramanifestantes tomaron diversos puntos de la ciudad en un cálido domingo. "Racismo no es una alternativa", "Stopp AfD" o "Nunca más" decían algunas de las pancartas con las que los contramanifestantes intentaron recordar una vez más el carácter abierto y multicultural que caracteriza a Berlín.
 
Junto con diversas organizaciones sociales, un grupo de discotecas de Berlín organizó un desfile de 30 vehículos cargados con potentes altavoces para evitar que se oyeran los discursos de los políticos de AfD a lo largo de la famosa calle 17 de junio, que atraviesa el Tiergarten y que acaba en la Puerta de Brandeburgo. Solo en este tramo los organizadores hablaron de cerca de 10 mil participantes. Junto a ellos, aproximadamente 20 barcos y balsas navegaron por el Spree con música electrónica desde el barrio Friedrichshain hasta la estación central de trenes.
 
AfD, cuya fundación se remonta al año 2013, evolucionó de sus primeras posiciones euroescépticas hasta su actual dialéctica xenófoba, islamófoba y ultranacionalista. Pese a las salidas de tono de sus líderes, el joven partido ultraderechista se mantiene estable como tercera fuerza en las encuestas de intención de voto.