Martes 23 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

¿Por qué los candidatos no hacen propuestas concretas?

Lupillo González | 26/05/2018 | 11:38

En incontables ocasiones hemos visto como los candidatos a cualquier puesto de elección popular carecen de propuestas concretas y reales. Incluso lo acabamos de ver en el pasado debate con los aspirantes presidenciales. Le dan la vuelta y escabullen al momento de presentar propuestas concretas.
 
Desde luego que es culpa de esta clase política no hablar con la verdad y carecer de propuestas serias y reales, pero también es gran culpa de la ciudadanía. Porque durante los tres años permanecemos pasivos, poco exigentes, contemplativos, condescendientes y hasta llegamos a justificar los malos actos por el fanatismo por un político o por otro.
 
Pasan esos tres años, tendremos nuevas elecciones y la historia se volverá a repetir. Magos del engaño, que mienten y no cumplen, que brincan de un puesto a otro y la gente llena de una renovada esperanza vuelve a votar por ellos. Vaya que es grave la situación cuando en México se tiene que votar por el menos peor como justifica mucha gente.
 
Yo estoy convencido que los políticos no cumplen porque la ciudadanía es muy poco exigente. Tenemos que entender que nosotros somos los mandantes y ellos nuestros mandatarios. Es decir: nosotros mandamos. Les encomendamos la administración de los recursos y el rumbo de un municipio, un estado y un país. Ellos que reciben nuestro mandato están obligados a rendirnos cuentas claras, no como un acto bondadoso si no como parte de su actuar.
 
Cuando la ciudadanía exija más, cuestione más y de un puntual seguimiento a cada compromiso hecho por los candidatos cuando salen a pedir el voto, las cosas van a empezar a cambiar, porque los políticos tendrán muy claro que quien traicione y no cumpla no podrá volver a ganar jamás en las urnas.
 
Para eso también es elemental desterrar la compra de votos, ya que mucha gente que es agraviada durante años, unos días antes de la elección la contentan con despensas y tarjetas rosas. Un deplorable vicio adaptado por todos los partidos políticos.