Jueves 14 de Noviembre de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Gallardo, Nava y González, sin debatir

Pedro Cervantes Roque | 26/05/2018 | 00:30

LOS MEXICANOS TENEMOS arraigadas dos aficiones. En cualquier pueblo de México no falta una función de lucha libre y si se rompen la cara los gladiadores, la gente se pone feliz.

 

LA OTRA ES TESTIMONIAR UN pleito entre sujetos que se dicen hasta de lo que se van a morir y de esta forma surgió el simpático y permanente apoyo al “chaparrito del pleito”. Le van a tortear el atractivo, pero cuenta con nuestro apoyo.

 

ALGO DE ESE MORBO DEBE haber en los debates organizados por los organismos electorales disque para conocer las propuestas de los aspirantes a cualquier cargo de elección y tengamos una convicción firme a la hora de votar.

LO ÚNICO QUE SE VE Y SE escucha en los debates -por lo menos hasta ahora- es un intercambio de acusaciones para el contrario y un recuento de chingonerías si el de la voz se autorretrata. Los debates no ayudan a nadie a decidir su voto. Es más, ni siquiera para ofrecer nuestra simpatía para alguno de los debatientes.

 

NO DEBEMOS OLVIDAR QUE LA palabra “debate” hace referencia a una lucha frente a frente. Quizá en igualdad de condiciones, pero creo que no todos los que “triunfan” en un debate son los mejores como gobernantes, y los que pierden tampoco son tan malos. Dicho de otra manera, los debates son la parte menos útil de las campañas electorales.

 

EL DÍA QUE SIETE DE CADA DIEZ ciudadanos se interesen en conocer las ofertas de los candidatos y tengan curiosidad por medir su honestidad y capacidad, otras serían las pruebas a que deban someterse los aspirantes y muy otro el resultado electoral. Así no habría arrepentidos y tampoco gobernantes que falten a su palabra y nos quieran salir por atrás.

 

SE ME HACE MUY COMPLICADO etiquetar a los candidatos con adjetivos espectaculares. Por ejemplo a López Obrador lo tildan de “populista” y un peligro inminente para la prosperidad del país. Y de sus contrincantes no se diga. Meade se dice el más fregón, Anaya, el único que puede con el puntero y El Bronco no merece halagos de las voces más escuchadas del país. Así las cosas, será el ciudadano quien resuelva en la soledad de su recámara a quién le confía este país para que se acabe el desmadre.

 

BUENO, PUES ES HORA DE escribir lo que puse en la cabecita de descanso. ¿Por qué Gallardo no quiere debatir con Nava y Cecy González?

 

POR DOS RAZONES QUE SE compensan. Gallardo no sabe discutir. A veces ni hablar. Pero compensa esa deficiencia con la ganancia de sus “trabajos” sociales en las áreas más pobres de la ciudad.

 

SI NAVA QUIERE IMITAR A ANAYA lo entendería. Pero el joven político necesita ponerle médula a su trabajo y todavía es tiempo.

 

CECILIA GONZÁLEZ TUVO BUEN arranque pero le faltó galleta. Su partido está preocupado por otros menesteres electorales. Aquel compromiso de los 300 mil votos los trae de cabeza.

 

YO DIJERA, EN RESUMEN, QUE LAS razones del debate no existen. Gallardo está seguro de ganar y ayer le presumió al doctor Mancera que no solamente los pobres lo siguen. Los que tienen el poder económico en sus manos, también… ¡Hasta comen juntos!