1. Ir a comprar muebles sin medir el área disponible.
Sobre todo, cuando se trata de piezas principales como sofá, butacas, comedor y cama. Creemos —“a ojo %”— que el sofá seccional que tanto nos gusta cabe en nuestra sala o que la cama ‘king’ va bien, cuando lo más grande que nos permite el espacio es una ‘queen’.
2. Seleccionar colores de pintura en la tienda.
Recuerda que allí la luz es diferente y que no tienes a tu alrededor las piezas propias para saber si los tonos armonizan o no. ¡Lleva varias muestras a casa!
3. Elegir la alfombra incorrecta.
Comprar una alfombra muy pequeña que solo cubra el área de la mesa de centro y que no alcance a llegar al menos hasta las patas delanteras del sofá. Este debe quedar sobre la alfombra.
4. Adquirir piezas grandes para espacios pequeños.
Sofás y butacas con brazos anchos y curvos, mesas o consolas de base robusta o muy trabajadas. Así, el espacio lucirá más pequeño de lo que es. Mejor, piezas sencillas y de líneas rectas.
5. No dejar espacio para circulación.
Si para pasar entre el sofá y la mesa de centro, tienes que caminar de lado o los que están ya sentados tienen que recoger sus piernas (como en el cine), es que no hay espacio suficiente. Mínimo, deben existir 18”.
6. Colocar cuadros o espejos muy altos.
Si para ver la obra de arte, tienes que mirar completamente hacia arriba, algo anda mal. El centro de ésta debe estar a la altura del ojo, es decir 5’-4” / 5’-6”, que es la estatura promedio.
7. Llenar las mesas, consolas o libreros con figuras pequeñas.
Estas acumulan mucho polvo y complicarán las labores de limpieza. “Less is more”.
8. Pintar de un color dramático un espacio de uso constante.
Está muy bien crear un punto focal, pero si es tu primera vez con un tono brillante o no todos en la casa están de acuerdo con el mismo, no lo hagas en una estancia en donde pasan mucho tiempo, como la sala, el ‘family’ o la habitación, porque podrían cansarse del mismo más rápido. Mejor, trata en un pasillo o baño de visita. Son áreas de paso y no molestan.
9. Obviar la durabilidad y mantenimiento de los textiles.
No olvides que el sofá, butacas y cojines son piezas que tocamos y usamos a diario. Si hay niños, mascotas o recibimos invitados con regularidad, esos textiles deben ser “amigables” con el sucio. Pregunta antes de comprar qué tipo de textil es.
10. Pasar por alto la iluminación de las áreas.
Depender solo de las luminarias generales de techo es un error. Debes crear diferentes atmósferas -para usos diversos- utilizando también luminarias de mesa y/o de piso.
Al final, se trata de que los espacios luzcan bien, sean funcionales y prácticos.
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