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La voluble fortuna de Carlos Slim

Forbes | 07/05/2018 | 13:15

Carlos Slim, el hombre de negocios más acaudalado de México, ha experimentado vaivenes en el valor de su fortuna a lo largo de los años: algunas veces, se le ha visto en la cima del listado de los hombres más acaudalados del planeta y, otras, no aparece ni en el top five.

El pasado fue uno de sus años “desafortunados”: Ocupó la casilla número seis del listado mundial de Forbes, su posición más baja de los últimos ocho años.

En buena medida, las oscilaciones de la riqueza del empresario mexicano de origen libanés se deben a los movimientos en la valuación de su principal activo: América Móvil, la empresa de telecomunicaciones más grande de América Latina.

De hecho, el descenso más reciente de Slim en el ranking de los hombres y mujeres de negocios más acaudalados del mundo comenzó antes, aunque no se hizo evidente sino hasta inicios de 2016, cuando su fortuna registró un desplome de 35 por ciento con relación al mismo periodo de un año atrás, por el descenso de 25 por ciento que registró en ese lapso la acción de América Móvil.

La implementación de los cambios a las leyes de telecomunicaciones que aprobó el Congreso mexicano en 2013 y 2014 hicieron que los inversionistas, desde hace casi tres años, modificaran a la baja sus expectativas sobre la rentabilidad de América Móvil en el país, lo que golpeó la valuación de la empresa de Slim.

Con el descenso del precio de la acción, la fortuna del empresario sufrió un colapso de cerca de 27 mil millones de dólares, al bajar de 77 mil 100 millones de dólares a inicios de 2015, a 50 mil millones de dólares a comienzos de 2016.

En los siguientes 12 meses, Slim logró contener esa “hemorragia” y, gracias a diversas medidas que tomó su empresa para proteger su participación de mercado y rentabilidad en el país, logró que la acción de América Móvil (dueña en México de la compañía de telefonía móvil Radiomóvil Dipsa, que opera con la marca comercial Telcel, y de la empresa de telefonía fija Teléfonos de México, mejor conocida como Telmex) creciera 12.5  por ciento y, con ello, mejorara su fortuna.

Así, a comienzos de 2016, la fortuna de Slim subió a 54 mil 500 millones de dólares.

Pero pocos se hubiesen atrevido a predecir que, en 2017, Slim lograría recuperar parte de la fortuna que había perdido recientemente.

La llegada a la Casa Blanca del empresario estadounidense Donald J. Trump, en enero de ese año, complicaba el panorama para la economía mexicana y, por ende, para las compañías de Slim.

La retórica proteccionista y anti mexicana de Trump, que incluyó la amenaza (a la fecha, no desaparecida totalmente) de sacar a su país del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), hacía prever a algunos que México sufriría un freno económico y que, con ello, descenderían las valuaciones de las empresas mexicanas cotizadas en la bolsa y las fortunas de los hombres y mujeres de negocios más acaudalados del país.

Al final, ninguna de esas predicciones se cumplió. Ni la economía mexicana terminó frenándose (de hecho, terminó creciendo al mismo ritmo de 2016, de 2.3 por ciento en términos desestacionalizados), ni los señalamientos de Trump contra México detuvieron las exportaciones mexicanas a aquel país; incluso, llevan 15 meses de avance ininterrumpido.

De ahí que, contra todo pronóstico, Carlos Slim viera crecer su riqueza en 23% en los últimos 12 meses, para alcanzar la cifra de 67 mil100 millones de dólares, lo que lo ubica en la séptima posición de los más ricos del mundo en la lista de Forbes.

De nueva cuenta, la explicación de ese incremento, que superó en casi 12 veces el crecimiento de 1.8 por ciento que registró el principal índice de la Bolsa Mexicana de Valores (S&P / BMV IPC) en ese lapso, o en 10 veces el crecimiento económico del país, está en la ganancia de más de 30 por ciento que registró la acción de América Móvil de febrero de 2017 a febrero de 2018.

Los analistas atribuyen el avance de la principal compañía de Slim a que logró frenar el deterioro de sus márgenes de ganancia ante un ambiente competitivo menos depredador que el que vivió en 2015 y 2016, cuando sus rivales, aprovechando las nuevas reglas que les daban ventajas, se enfrascaron en una ruda guerra de precios contra América Móvil.

Con ello, las compañías rivales de la empresa de Slim, como la estadounidense AT&T y la española Telefónica (Movistar), lograron arrebatarle muchos clientes a América Móvil.

El año pasado, la lucha por los mercados fue menos intensa, lo que permitió a la compañía de Slim, que también supo ajustarse a un entorno más competitivo, detener el deterioro financiero que observó en los dos años anteriores.

 “Hay mayor cordura en el ambiente competitivo de países como México, y una consecuente mejora en la industria, menos presión económica en países Latinoamericanos, en específico, en Brasil, y un entorno regulatorio menos adverso en México”, escribió Alik García, analista de Intercam, en un reporte sobre la situación financiera de América Móvil.

Claro que la mejora en la fortuna de Slim también la explica el buen desempeño que registró el peso contra el dólar en los últimos 12 meses, lapso en el que la moneda mexicana recuperó 10 por ciento de su valor frente al dólar.

Hasta ahora, Slim Helú había visto también mermado su patrimonio por la debilidad del peso contra la divisa estadounidense. La moneda mexicana sufrió una devaluación de 16.6 por ciento contra el dólar en 2016, luego de que un año atrás cayó 14.3 por ciento, o una pérdida acumulada de casi un tercio de su valor.

Si bien América Móvil es una empresa multinacional, con operaciones en América Latina, Estados Unidos y Europa, un tercio de sus actividades la realiza en México y factura en pesos, por lo que los movimientos cambiarios afectan su valuación en dólares.

Si a eso se suma que otras de las empresas que controla Slim tienen mucho más concentradas sus operaciones en México, como es el caso de su conglomerado industrial Grupo Carso, de su brazo financiero Grupo Financiero Inbursa, o su cadena minorista Grupo Sanborns, las pérdidas cambiarias de 2015 y 2016 golpearon también la valuación de esas compañías y, por ende, la fortuna de Slim. En contraste, la ganancia cambiaria de este año ayudó a las compañías y al empresario mexicano a recuperar parte del terreno perdido.