A petición sobre calidad del aire; Segam responde con presupuesto

El 13 de abril del 2018, la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam) dio respuesta mediante un oficio al amparo solicitado por la organización Cambio de Ruta.

En el documento, la titular de la Segam, Yvette Salazar Torres, informó que el 12 de abril del año presente se autorizó el expediente técnico al Sistema de Expedientes Técnicos a cargo de la Dirección de Planeación, adscrita a la Secretaría de Finanzas, para dar continuidad al proyecto de inversión denominado “Programa de Mantenimiento y Consumibles 2018 de la Red de Monitoreo de Calidad del Aire en la Zona Metropolitana”.

De acuerdo al documento, el proyecto cuesta 440 mil pesos: 15 filtros para PM10, 500 filtros de teflón, 5 kits de reparación de bombas y 10 filtros sinterizados.

También se contempla la reparación del analizador del PM10 de la caseta del DIF, lo cual permitirá sumar un analizador más a la misma. Por tanto, se estima una cifra final de 606 mil 515 pesos.

Falta que la Secretaría de Finanzas apruebe la petición de la Segam, aunque aún no hay fechas sobre la mesa.

Sin embargo, Marcos Efrén Gutiérrez Navarro, procurador fiscal de la Secretaría de Finanzas del gobierno del Estado, dijo que según un diagnóstico del Instituto de Cambio Climático, se solicitaba un incremento presupuestal de 1 millón 683 mil 230 pesos, esto sólo para cubrir la primera etapa del proyecto.

La asociación civil Cambio de Ruta denunció que "más enredos y largas de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam) para evitar el cumplimiento de la sentencia de amparo promovida por la asociación quejosa".

El grupo de activistas señaló que no se está dando un informe claro sobre la calidad del aire en la zona metropolitana potosina, no hay una información certera sobre qué se está respirando, acción que está retrasando la creación de políticas públicas.

Todo se está reduciendo a oficios burocráticos y cantidades diferentes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para el 2050, la mala calidad del aire será la primera causa de mortalidad, superando la falta de acceso al agua potable.

Se pronostica que para esa fecha (2050), el 66 por ciento de la población mundial vivirá en zonas urbanas y estará en contacto con problemas de salud asociados a la contaminación, tráfico pesado, viviendas en malas condiciones y al limitado acceso a servicios de agua y saneamiento.