Empresas no cuentan con plan de manejo de riesgos

Sólo el diez por ciento de las empresas potosinas, cuentan con un plan de manejo de riesgos, reconoció Alfredo Ávila Galarza, investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).

El noventa por ciento de las compañías industriales que radican en la zona metropolitana, no dispone de un programa de prevención de accidentes. Por tanto, no sabe cómo actuar en caso de liberación de sustancias químicas, explosiones, derrames e incendios.

La falta de estos diagnósticos, se debe a la poca o nula información que las autoridades ambientales estatales, federales y municipales emiten. Las empresas no saben qué tipo de estudios deben realizar.

Aunado a ello, las dependencias no efectúan las visitas requeridas y suficientes de inspección para verificar y exigir el cumplimiento de la normativa del uso ambiental, tampoco se les está demandando la ejecución de estudios o programas.    

“Se vuelve un problema grave por que las empresas no están preparadas para enfrentar situaciones de riesgo”.

Las empresas tienen la obligación de comunicarle a los vecinos sobre los posibles riesgos de estar cerca de una instalación peligrosa.

El académico señaló que una de las posibles razones por las que las empresas no son transparentes con su información, es por el miedo a que comiencen las acciones legales de la ciudadanía.

“Si esto no pasa con las empresas que están funcionando, pues con las empresas abandonadas pues que podemos esperar”.

En el caso del abandono de las fábricas, los dueños han dejado los inmuebles irresponsablemente. Al final del ciclo productivo, dejan residuos y equipos que podrían convertirse en contaminantes,  exponiendo a la ciudadanía a diversos tipos de enfermedades.

“Esta empresa se convierte en un foco de contaminación, en un vacío ambiental que muchas veces deben de resolver las autoridades ambientales […] la legislación ambiental es clara y las empresas deben de proceder al desmantelamiento de las instalaciones y a una descontaminación, dejando el predio o las instalaciones sin contaminación alguna”.

Las industrias abandonadas podrían emitir contaminación de gases, de partículas de residuos expuestos a la intemperie, materiales que se empiezan a descomponer, fugas, polvo provenientes de materiales transportados por el viento, también se puede contaminar el suelo y el subsuelo con la consecuente contaminación de aguas pluviales, superficiales y aguas subterráneas.