1. Huye de la decoración recargada y utiliza pocos objetos
La filosofía zen huye de los ambientes muy recargados y opta por una decoración sencilla, basada en objetos sobrios y elementos espirituales como piedras, arena y agua.
2. Productos naturales
A la hora de elegir los textiles para decorar tu hogar recurre a aquellos realizados con elementos naturales como el algodón, el lino o la seda.
3. Grises y blancos
Los colores que reinarán en tu casa serán el gris y el blanco. Con estas gamas de colores será más sencillo encontrar el equilibrio, que prima en la filosofía zen.
4. Saca el máximo partido a la luz natural
Deja entrar toda la luz del exterior que puedas a tu hogar. Su potencia y luminosidad inundará tu hogar.