San Luis Potosí, SLP.- La definición de nuestro país estará este 2018, en las manos de los jóvenes ciudadanos que ejercerán por primera vez en su vida el derecho al voto y que se verán influenciados por las pesadas cargas de violencia, impunidad y corrupción que no ha podido ser resueltas por los gobiernos de los distintos niveles.
Para el presidente local de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Jaime Chalita Zarur, una sociedad más igualitaria y justa es el enorme reto a vencer en todos los niveles de gobierno, sin embargo en este momento sigue siendo una deuda pendiente.
La pobreza que ha crecido en cualquier nivel, hoy está a punto de cobrarnos una factura que no deseamos, dijo el líder empresarial.
Ninis, la esperanza del cambio
La falta de ambición, oportunidades académicas y jugosas ofertas laborales, conforman el cuadro perfecto para el desánimo juvenil. El resultado de esto, la falta de ganas por estudiar y trabajar.
Aunque el tema es relativamente “nuevo”, varias administraciones estatales han revelado la preocupación de una generación inmersa en el ocio.
Durante el 2017, el Consejo Nacional de Población señaló que en San Luis Potosí radican 2.8 millones de personas. Setecientos 90 mil son jóvenes entre 15 y 29 años de edad.
En ese mismo año, el Instituto Potosino de la Juventud (Inpojuve) señaló que el 18 por ciento de los jóvenes potosinos son NINIS (ni estudian ni trabajan).
El tema es añejo en la entidad. Hace cinco años, la ex directora del Inpojuve, Fabiola Salazar Martínez, reconoció que en promedio tres de cada diez jóvenes potosinos, no estudiaban ni trabajaban.
Incluso algunas instituciones como la Iglesia Católica, han advertido que este grupo de jóvenes podría ser blanco fácil del crimen organizado, el engaño de una calidad de vida opulenta sin esfuerzo podría cautivar al grupo de ciudadanos desorientado.
Aunque no hay estadísticas que señalen cuantos jóvenes están ingresando a las filas del crimen organizado, basta con echar un vistazo a los datos que ofrece Parametría (2013); el estudio señala que el 58 por ciento de los entrevistados percibe que para los ninis es más atractivo conseguir “dinero fácil” que obtener un empleo o pasar años estudiando una carrera.
También señala que el 80 por ciento de los ninis, han participado en actos relacionados con la violencia.
La desigualdad económica y las condiciones de pobreza, han convertido este fenómeno en un problema social.
La preocupación por los jóvenes que ni estudian ni trabajan tomó relevancia en el Reino Unido en 1999. Once años después, el tema se abordó en México cuando el entonces rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, declaró que en el país existían 7 millones de jóvenes que estaban desocupados.