PORQUE EN SAN LUIS POTOSÍ, EN estos días no solamente inicia la Semana Santa con toda la circunstancia de fe y ceremonial que implica para aquellos que profesan la fe católica, sino también inicia el camino a la gloria o a la crucifixión de aquellos que ahora son oficialmente candidatos por sus partidos políticos o por la vía independiente.
Y SI COMO TAMBIÉN ES UNA tradición en San Luis Potosí, la Procesión del Silencio hoy también observamos otra procesión que viene enmarcada por la evidente salida en desbandada de funcionarios y legisladores, que debieron adecuarse a las reglas que están marcadas en la ley electoral vigente para pedir licencia a sus cargos y, prácticamente como pájaros que migran a zonas más cálidas por la llegada del invierno, muchos legisladores y funcionarios volaron de la curul o de sus escritorios para alcanzar objetivos de tipo electoral que usted y yo, como ciudadanos, tendremos la tarea de decidir el próximo primero de julio.
Y HOY TAL VEZ COMO HA ocurrido en otras ocasiones, en San Luis Potosí y ciertamente en todo México, empezamos a observar caras de nuevos funcionarios y suplentes legisladores, que encanchados o no, deberán hacer frente a todo aquello que aún está pendiente en el Estado, y que en muchos casos no comprende una tarea fácil.
COINCIDENTE CON LA LLEGADA DE la primavera, el inicio del periodo vacacional de Semana Santa, la inconmensurable alegría que contagia para muchos esta temporada que contrasta con las muestras de tradición y fe que hoy por hoy son el marco que nos da una irrepetible identidad, también esta esa llamada, que remite a los candidatos a ponerse en sus marcas para el banderazo o el disparo de salida hacia un futuro que, electoralmente, para muchos de nosotros todavía no está muy claro.
POR LO PRONTO LOS ENCARGADOS del despacho y los legisladores suplentes dependerán “por mucho”, de sus asesores para poder salir adelante con sus encomiendas. Solo basta darse una vuelta en la próxima sesión del Congreso del Estado, por ejemplo, para observar que de todos los diputados que tal vez usted conocía, para bien o para mal por su actuación, haga de cuenta que ya los cambiaron a todos, a no ser que por ahí aún prevalecen algunos de ellos, aunque OJO. El que no se hayan ido a buscar suerte en las elecciones venideras no quiere decir que no estén metidos en las campañas políticas. Muchos de ellos tendrán importantes encomiendas para apoyar a sus candidatos locales y, por supuesto, a la Presidencia de la República.
LA REFLEXIÓN QUE TAL VEZ HOY valga la pena hacer con base en lo que como ciudadanos estaremos decidiendo el próximo primero de julio, dependerá en mucho de lo que estos candidatos logren en medida de los avances en los primeros meses en cuestión de hacer propuestas y dar soluciones reales a los problemas que hoy tenemos en México y en San Luis Potosí. Porque al momento, solo estamos sumidos en el encono que se han demostrado en las precampañas que ponen a un electorado indeciso, que los candidatos y sus partidos están regateándose entre el segundo y tercer lugar de las encuestas para una vez capitalizado, pensar en alcanzar al que se ha mantenido desde un inicio en los primeros lugares de la preferencias electorales.
SIN EMBARGO ESA ARRIESGADA apuesta de canalizar al electorado a votar “no a favor”, sino “en contra de” es un arma de dos filos que pudiera llenarnos el momento de morbo por ver la derrota de aquel que, nos dicen, es malo o nos cae mal. Y grave será entonces el BREVE momento que nos quede para arrepentirnos de haber votado por alguien a quien ni siquiera conocemos, o de plano solo votamos por él porque nos “cae bien”. Esa frivolidad política que tenemos en mucho lo mexicanos también ha sido el motivo por el cual no hemos dejado de quejarnos de los gobiernos que tenemos.
HASTA LA PROXIMA.
