EN MENOS DE TREINTA DÍAS LOS nombres de la familia Gallardo que usted y todos conocemos han recorrido cuando menos tres posiciones en igual número de niveles del proceso electoral en marcha. Con todo el poder que se atribuye a la “gallardía” en nuestro territorio, no debíamos estar preocupados por el destino final de los familiares que gobiernan Soledad y San Luis, un área del estado en que radica casi el 40 por ciento de sus electores potenciales. Y si en verdad nuestra preocupación es cero, lo es porque ellos, sus miembros, tampoco lo están. Se saben ganadores en cualquier terreno. El que es perico, donde quiera es verde.
NADIE HA DICHO HASTA HOY, POR ejemplo, que Leonor Noyola tenga todos los recursos para una decorosa campaña por el escaño que buscará la coalición que le postula. La imaginación nos hace creer que ella debe estar agradecidísima con la familia que le permitió ocupar un sitio en el Senado, tanto como preocupada por saber a cuánto ascenderán los gastos de campaña que le asigne su partido para obtener el triunfo en las urnas. Uno piensa solamente que con la nominación en su bolso ya podía dormir tranquila porque las dietas le permitirán pagar sus deudas y obtener más recursos todavía.
PERO LOS PASOS DE UNA campaña en equipo, como evidentemente tendrá que suceder a partir del fin de este mes, podrían tener un costo compartido, o, si lo prefieren, establecer una bolsa de gastos compartidos entre los candidatos y -aquí sí- según el sapo es la pedrada. Un candidato al Senado tendría que aportar más pesos que uno que solamente aspira a una diputación local, a una presidencia municipal y, claro, a una regiduría.
POR QUÉ EL TRÁNSITO DE LOS Gallardos no se acaba de explicar con un juego parecido al de las sillas en el que siempre ha de faltar una para el perdedor. Bueno, pues porque el motivo principal nadie lo ha explicado en el seno del PRD, y su habilidoso presidente estatal nos quiere dar una mareada con explicaciones que todos captamos como buenos pretextos pero malos para revelar la realidad. En el fondo del asunto están los temores de los héroes de esta película porque pudieran caer en desgracia en plena campaña si los rumores judiciales llegan a concretarse en las próximas semanas.
NATURALMENTE QUE UNO NO puede solazarse con la desgracia ajena. Pero es parte del juego político sucio y traicionero que se está jugado entre los partidos en pugna, por tener influencia sobre los controles políticos nacionales desde los que se distribuye todo en México. Y cuando digo “todo” es todo. Es claro que en el campo político-electoral la ética y la moral no tienen un espacio asignado. No obstante, como dice la gente, está bien ser cochinos pero no tan trompudos.
SI LOS EFLUVIOS DE SEMANA Santa no nos perturban y hacen cambiar criterios, Gallardo Cardona irá a San Lázaro a partir de septiembre. Su padre volverá a la UAM para reestrenar sillón y su hermana buscará nuevo acomodo para no quedarse en el límite de lo mínimamente aceptable. Los fans de la “gallardía” consideran que el mundo no acaba el 1 de julio y -desde ahora- empezarán por preparar la pista del 2021, porque no hay plazo que no se cumpla.
Y SI EN EL PAN Y EN EL PRI quieren bailar en la siguiente, que se acerquen su sillita porque se van a cansar. Eso dicen ahora los de la gallardía.
@pedrocervantesr
