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moda y belleza

Espacio compartido entre padres e hijos

Agencias | 16/03/2018 | 17:31

Los dormitorios compartidos entre padres e hijos no tienen por qué ser infantiles. Lo que sí es importante es que los dos se sientan cómodos y tengan espacio para sus cosas, ya que es un espacio para todos. Te damos algunos consejos para diseñar un dormitorio compartido cómodo, bonito y práctico para sus dos ocupantes.
 
 
La delimitación de distintas zonas garantiza la multifuncionalidad del espacio (dormir, almacenar,, jugar y trabajar). Todo el mundo necesita cierto grado de privacidad e intimidad, así que los espacios compartidos también deben contar con zonas personales. Puedes colocar la cama del niño (con espacio para jugar debajo) en una esquina, y la del adulto en la otra. Ambos disponen de espacio para guardar cosas y para trabajar, así como detalles personales. En general, las maderas claras y los tejidos blancos con paredes oscuras de fondo dan al espacio un aspecto moderno y menos infantil.
 
 
La zona infantil es como un pequeño refugio privado para el pequeño. Las paredes son oscuras, pero las estrellas pintadas le dan un toque infantil muy divertido. La lámpara facilita el juego y la lectura y crea una ambiente más seguro, sobre todo cuando uno se despierta a medianoche. Debajo de la cama hay una zona de juego con juguetes, unas flores decorativas en la pared y una especie de sofá. Los juguetes que hacen juego con el color de la pared los dejamos a la vista porque quedan preciosos.
 
 
La zona del adulto está en la pared de enfrente, con la cama mirando hacia la cama del niño, para poder verse mutuamente. Cuando no hay espacio para poner una mesilla de noche, los rieles de pared, los ganchos y las soluciones de almacenaje colgantes van muy bien para tener las cosas importantes a mano. Los rieles también sirven para poner fotos y recuerdos; así el espacio tiene un toque más personal. Y, por supuesto, no puede faltar una lámpara para poder leer por la noche.
 
 
Aprovechar el espacio de almacenaje de los espacios compartidos no es tarea fácil, pero es fundamental para poder tenerlo todo recogido. Nosotros pusimos soluciones de almacenaje en una pared, con armarios altos para los dos. Estos armarios flexibles se adaptan a todas las edades, así que puedes poner las cosas de uso diario a la altura del niño y a la altura del adulto. En la parte superior puedes guardar las cosas de otras temporadas o las que quieras mantener fuera del alcance del pequeño. El adulto puede guardar muchas cosas en los armarios y en las cajas de debajo de la cama. Por otro lado, en los ganchos del riel puede colgar la ropa del día siguiente para tenerla más a mano.
 
 
Entre la zona de descanso del adulto y del niño puedes integrar un espacio de trabajo (o de juego...) compartido. El escritorio tiene un tamaño para adultos, pero el niño también puede utilizarlo si se sienta en una silla alta. Tanto para pintar como para trabajar, la lámpara es necesaria para evitar forzar la vista.
 
En la pared, con pintura de pizarra, se puede dibujar y planificar cosas. El material para hacer manualidades se puede guardar en estanterías y armarios. El material artístico se guarda en una zona alta para que esté fuera del alcance del pequeño; es una forma de evitar que dé rienda suelta a su creatividad sin consultar al adulto.