Una alfombra en cualquier espacio de tu hogar da un estilo único, y aquí te presentamos algunas ideas para elegir una alfombra.
Con estampado geométrico.
Los estampados geométricos protagonizan una de las grandes apuestas de la temporada. Aquí nos estamos refiriendo a los que nos recuerdan a las tribus africanas (con triángulos y líneas rectas, entre otros), y también a los que combinan círculos. Estos últimos suelen alternarse en varios colores y dar lugar a tejidos muy sesenteros, que servirán para aportar ese estilo vintage tan buscado.
También encontramos diseños que simulan laberintos, emulan el aspecto de los brillantes cuadritos de una bola de discoteca, evocan el dibujo de una prenda de lencería, reproducen figuras en tres dimensiones, combinan triángulos y más.
La alternancia de colores pastel como el azul turquesa, el azul claro, los verdes más románticos y rosa palos, con otros vibrantes como el amarillo mostaza es una de las composiciones más de moda que no pasará desapercibida a cualquiera que entre en casa.
Animal Print.
Los estampados animal print tampoco pasan nunca de moda. De hecho, este invierno han vuelto con más fuerza. ¿La razón? Que se trata de un dibujo muy particular, con mucha personalidad y que aporta grandes dosis de calidez. En el salón, el comedor, o incluso en el dormitorio lograrán dar un efecto diferenciador.
Y si no te atreves con alfombras de grandes tamaños, siempre puedes elegir una pequeña a los pies de la cama, por ejemplo, muy agradable, tanto si tienes parquet como otros acabados más fríos como los azulejos cerámicos en el suelo de la habitación.
Alfombras vintage y étnicas.
Por otra parte, lo vintage también ha vuelto esta temporada. Un tipo de estilo en el que tienen cabida aquellas que cuentan con motivos florales, las que tienen cenefas y otros dibujos que vuelven a ser máxima tendencia. Los estampados tipo Jouy tienen también un aire retro muy sofisticado.
Además, no debemos perder de vista que una alfombra puede acabar aportando mucho estilo a una estancia, de manera que también nos permitirán dar ese toque asiático, tribal o hindú tan en boga este invierno.
De pelo o fibras vegetales.
La cantidad de pelo de la alfombra, o lo frondosa que sea, es otro rasgo capaz de condicionar el estilo e introducir la novedad, sobre todo si lo tienen largo, en auge esta temporada. Apuesta por aquellas alfombras que cuentan con acabados suaves y acogedores, en tonos claros y neutros.
Tampoco podemos dejar de hablar de las alfombras fabricadas con fibras vegetales como el esparto o el bambú. Unos materiales que sirven para darle un toque rústico a la estancia, crear un ambiente de estilo africano, e incluso y sencillamente, aportar cierta originalidad.
Otros elementos empleados en su fabricación son el cáñamo, el sisal y el yute; cada uno de los cuales cuenta con sus particulares ventajas como su aguante a la incidencia de los rayos del sol, al desgaste, y otros factores relacionados con el uso.
Alfombras lisas muy especiales.
Las alfombras lisas se postulan como las más sencillas. Una característica que no tiene por qué ser negativa sino que cuenta con sus propias ventajas como la posibilidad de incluirlas en cualquier espacio sin que desentonen, y la de colocarlas de forma que lo distribuyan (por ejemplo, en la zona del sofá) y similares.
Asimismo, resultan de gran ayuda si lo que queremos es dar continuidad y lograr estancias más integradas, pero también a la hora de conseguir impacto. Sí, porque siempre podemos decantarnos por una de un color en tendencia como el menta o el Dusty Cedar, para aportar personalidad a cualquier sala, especialmente si en el resto de mobiliario predominan los colores neutros.
En blanco o negro, un básico.
Si hablamos de combinaciones y contrastes, dos de los colores que jamás pasan de moda son el blanco y el negro. Además, funcionan bien en prácticamente cualquier estilo, tanto aquellos más modernos como los que cuentan con acabados clásicos.
Los diferentes tejidos y texturas pueden dar a resultados muy distintos, sobre todo si nos fijamos en los juegos de sombras y similares. Ambos resultan muy elegantes, aunque el blanco es más recomendable para suelos y estancias oscuras y el negro para todo lo contrario.
La colocación y el tamaño, clave.
Para acabar y a colación de la colocación a la que nos hemos referido en anteriores puntos, cabe mencionar que puede determinar, por ejemplo, la distribución del espacio -sirven para establecer zonas de juego, de comida o relajación -. También podemos conseguir acabados muy elegantes simulando el efecto de una moqueta. Para ello solo necesitas elegir una alfombra lisa, sin pelo y que cubra gran parte del suelo.
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