Este fin de semana el vocalista de U2, Bono, se dijo “furioso” a raíz de que una organización de beneficencia de la cual fue fundador se vio cimbrada por acusaciones traídas nuevamente a la luz de haber fomentado en sus oficinas de Johannesburgo un ambiente de hostigamiento, abuso y, en cierto caso, un intento de coerción sexual, escribe The New York Times.
Bono se disculpó ante los exempleados de la organización. ONE, quienes han descrito en forma pormenorizada en las redes sociales y en un periódico británico lo que dijeron constituyó un trato desalentador por parte de los directivos en la oficina de la capital sudafricana desde finales del 2011 hasta el 2015.
Bono señaló que la organización, cuyo objetivo es “poner fin a la pobreza extrema y las enfermedades que se pueden prevenir, sobre todo en África”, no había protegido a los empleados.
“Necesito asumir parte de la responsabilidad por ello”, dijo Bono mediante comunicado emitido el sábado y publicado el domingo en The Mail. “Todos lo lamentamos profundamente. Aborrezco el acoso, no lo soporto”.
Entre las acusaciones, mismas que salieron a la luz el año pasado: una empleada dijo haber sido degradada tras negarse a sostener relaciones sexuales con un ministro tanzaniano. Otros empleados señalaron haber sido obligados a hacer trabajo doméstico en la casa de un directivo.
Varios exempleados iniciaron acciones legales contra la organización, pidiendo 3.6 millones de libras, aproximadamente cinco millones de dólares, por daños y perjuicios, de acuerdo con un portavoz de ONE.
La directora ejecutiva de ONE, Gayle Smith, dijo en comunicado que las indagatorias mostraron “una falla institucional”.
ONE, en cuya fundación Bono colaboró en el 2004, cuenta con nueve millones de voluntarios y empleados a nivel mundial. La organización tiene un presupuesto operativo de 35 millones de dólares.
Las revelaciones se dan al tiempo que varias organizaciones caritativas están intentando resolver acusaciones de conducta indebida. Oxfam, una de las mayores organizaciones británicas de beneficencia pública, ha reconocido que en el 2011 sus empleados cometieron “faltas sexuales” en Haití.
En febrero un funcionario de alto nivel de la Unicef, Justin Forsyth, renunció a raíz de ser acusado de comportarse en forma indebida con unas empleadas cuando él trabajaba en otra organización caritativa, Salvemos a los Niños.
Bono dijo haber tenido conocimiento sobre “inquietudes en torno a baja moral y mala administración en esta sucursal pero no haber sabido nada acerca de lo que se dio a conocer últimamente”.
“La razón por la cual establecimos ONE es que las personas más pobres de los lugares más pobres están siendo hostigadas por sus circunstancias”, añadió. “Así que descubrir el año pasado la existencia de múltiples acusaciones serias de hostigamiento en nuestra oficina de Johannesburgo nos dejó a mí y al consejo de ONE tambaleantes y furiosos. Uno cuestiona la razón de estar haciendo esto”.
“Si ellos están de acuerdo, me gustaría reunirme con los empleados y disculparme en persona”, dijo.
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