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salud

Cinco enfermedades que pueden tener un lado positivo

Notimex | 11/03/2018 | 22:19

Resulta de lo más difícil creer que una enfermedad puede tener beneficios ya que las relacionamos con el dolor y el sufrimiento. Pro muchas enfermedades provocan ciertos resultados en el cuerpo que, además de totalmente inesperados, pueden hasta ser beneficiosos.
 
Estas son algunas de esas enfermedades y sus consecuencias positivas
 
1. Anemia drepanocítica: conocida también como anemia de células falciformes, es la forma más común de enfermedades en las células falciformes y también de las más graves. Esta enfermedad afecta la hemoglobina de la sangre y moldea los glóbulos rojos en forma de hoz, teniendo así una vida útil mucho más corta. Curiosamente, las moléculas mutadas por este tipo de anemia defienden a las víctimas de los parásitos que provocan la malaria. Si bien se tenía conocimiento de esto hace mucho tiempo, no se sabía las verdaderas razones hasta hace relativamente muy poco. En 2011, un grupo de investigadores de la Instituto Gulbenkian de Ciência, en Portugal, logró explicar cómo los parásitos de la malaria son incapaces de afectar células que ya han sido afectadas por anemia drepanocítica y teniendo en cuenta que la anemia es una enfermedad mucho menos peligrosa que la malaria, resulta muy interesante.
 
2. Mal de Urbach Wiethe: ¿Imaginas no sentir miedo? Pues el llamado mal de Urbach Wiethe es una enfermedad extremadamente rara en la que el curioso resultado es la pérdida total del miedo. Muy poco se sabe realmente sobre la enfermedad, pero se caracteriza por provocar un complejo engrosamiento en la piel y los tejidos cerebrales, además de dañar las amígdalas cerebrales. Como consecuencia de los daños bilaterales en las amígdalas cerebrales, los pacientes muestran intensas alteraciones en los procesos cognitivos, teniendo grandes cambios a nivel psíquico y emocional. Una evidencia es la ausencia total de expresión facial ante estímulos que a cualquier sujeto saludable le provocaría una fuerte reacción, desde expresiones positivas a negativas, los pacientes con el mal de Urbach Wiethe no reaccionan de ningún modo frente a estímulos que van desde el miedo a la exposición a malos olores.
 
3. Hipertimesia: es otra de las enfermedades más extrañas que existen. Se trata de un trastorno neuropsicológico caracterizado por una memoria extremadamente eficaz en cuanto a la historia personal que consiste en un anómalo aumento en la capacidad de evocación. El trastorno afecta el núcleo caudado y el lóbulo temporal, dos regiones del cerebro directamente relacionadas con el control de la memoria y la información que se guarda en el cerebro.
 
4. Síndrome del savant: el más peculiar de todos es el caso del síndrome del savant, también conocido como el síndrome del sabio. Se trata de una enfermedad que “afecta” a pacientes que ya sufren de varias discapacidades mentales, incluyendo autismo, pero que provoca un altísimo desarrollo en la capacidad de la mente y esta contraposición aún la ciencia no la ha descifrado. Los excepcionales pacientes que padecen de este trastorno tienen una capacidad única para el cálculo, las matemáticas, la lengua y muchos otros conocimientos, aunque con el tiempo también sufren lesiones en el sistema nervioso central. Aunque aún no se puede explicar realmente cómo o porqué sucede esto, los pacientes parecen tener conocimientos inexplicablemente desarrollados que ni ellos mismo pueden explicar en forma práctica o teórica; simplemente, saben muchísimo.
 
5. Enfermedad de Huntington: este trastorno neuropsiquiátrico y genético carece de cura. Se caracteriza por la constante degradación de determinadas zonas del cerebro, lo que deteriora seriamente las células nerviosas y con el tiempo provoca la reducción de las funciones cognitivas y alteraciones psiquiátricas, entre otras cosas. Por otro lado, estudios científicos recientes llevados a cabo en Suecia por un grupo de médicos demostró que, de cierto modo, la enfermedad de Huntington protege contra el cáncer. El estudio se viene desarrollando desde hace 40 años y más de 1.500 pacientes participaron en él, presentando cifras mucho más bajas que personas saludables en cuanto al riesgo de contraer cáncer.