Cuando hace unos años el gobierno de Estados Unidos emitió una alerta de viaje para que sus empleados se abstuvieran de viajar a San Luis Potosí por los elevados niveles de inseguridad que registraba el estado, de inmediato se desató una colosal escandalera mediática por la medida del vecino país considerándola como una especie del fin del mundo y la certificación de que por eso SLP pasaba a ser oficialmente una sucursal del infierno abandonada a una suerte fatal dictada por las autoridades estadounidenses, lo que, afortunadamente, con el tiempo se fue superando y borrando pues por ejemplo, el turismo gringo no ha dejado de fluir.
Esto viene a colación porque está por verse cómo reaccionan las voces plañideras de entonces ante la exclusión de SLP de una alerta por inseguridad emitida por el gobierno alemán por considerar zonas de riesgo por la inseguridad a 17 estados entre los que se encuentran Morelos Guerrero, Durango y Veracruz.
El hecho de que San Luis Potosí no sea incluido en el listado de las entidades visualizadas como sitios peligrosos para ser visitados, necesariamente implica que pueden serlo sin riesgos pues de existir indicios en sentido contrario sin miramiento alguno la potosina habría sido anotada.
Desde luego, no es de dudarse que tal exclusión tenga decepcionados a lo ya conocidos “agoreros del desastre” como llamaba el profesor Carlos Jonguitud a los catastrofistas profesionales.
Por consiguiente, habrá que ver la forma en que reaccionan ante el reconocimiento tácito de la existencia de niveles de seguridad aceptables en SLP implícito en la decisión del gobierno alemán de dejar fuera al estado del grupo de los que califica como “zonas de riesgo” para la seguridad por el clima de peligrosidad que han detectado en 17 estados del país.
Este remontar cuesta arriba en materia de seguridad pública de San Luis también se ha reflejado en otras acciones extranjeras como el que no hace mucho países del primer mundo como Canadá e Inglaterra, igualmente dejaran fuera a SLP de sus alertas de viaje al territorio potosino mientras sí lo hicieron en función de la inseguridad en otros estados, lo que, por lo menos, debe motivar al gobierno carrerista a no confiarse en que el aparato de seguridad pública está bien sino a que obligue a los funcionarios a que se avispen y no se confíen y estar atentos al día a día en la afinación de los operativos para hacerlos más eficientes.
CABOS SUELTOS
Finalmente la tarde-noche de este martes 27 el compañero y amigo Filiberto Juárez Córdoba presentó su libro, “calaveras literarias una tradición periodística” en un grato evento celebrado en el patio de la autonomía del edificio central de la UASLP en el que comentaron el trabajo Marco Antonio Hernández, Ana Newman, el monero Roque, Flor de María Salazar y el autor, libro que se puede adquirir en la librería universitaria, desde aquí nuestra felicitación a Fili por esta nueva obra.
