No cabe duda de que en México, hay clientes para todo y también servicios para todo. Me refiero en particular al caso del servicio Revive, que ofrecen médicos y enfermeras en la Ciudad de México, para curar un malestar más común que la gripa: la cruda.
Se trata de un servicio que se ofrece a domicilio a quienes, uno o varios días antes, se excedieron en el consumo de alcohol y que con la resaca se sienten con un pie en el otro mundo; el precio es de un promedio de mil pesos; parece costoso pero hay quienes pueden y están dispuestos a pagarlos con tal de dejar de sentir mareos, vómitos, dolor de cabeza, visiones y en general todos los síntomas de una soberana cruda.
La nota publicada por El Universal explica que médico y enfermeras analizan los síntomas de cada paciente –no todas las resacas son iguales- y aplican el tratamiento respectivo como hidratación, analgésicos y medicinas, para ayudar a la eliminación más rápida del alcohol en la sangre.
Claro que los comentarios de los lectores en el portal de El Universal, están a favor y en contra, pero lo que más llama la atención es que siempre surgen los doctores, que tienen la fórmula mágica para curar la cruda:
“En vez de gastar mil pesos, un par de chelas y unos chilaquiles, y te gastas menos de cien pesos”; “es mejor un buen baño de vapor y una cerveza”; “tanto trabajo para ponértela y pagar para que te la bajen nooo”.
Cualquiera de estos remedios tal vez sea efectivo, pero se corre el riesgo de seguirse de largo y volver a incurrir en la causa original del malestar. El asunto es que llama la atención que hay oferta y demanda para todo, y en casos como éste, es hasta un buen negocio para los oferentes y un alivio para los usuarios.
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