Aunque en días pasados podíamos coincidir en el hecho de que aún era muy pronto para hablar de tendencias, filias y animadversiones políticas que sin duda serán más evidentes en días venideros, no deja de ser curioso y hasta morboso el observar algunas situaciones que se yerguen en la figura de muchos personajes políticos que en los albores de este año, y aun en la víspera a la noche vieja ya se habrían pronunciado en algunos casos o habían dejado ver sus aspiraciones y apetitos.
Lo único que es cierto en este momento para dejar en claro mucho de lo que podamos seguir viendo es que evidentemente la cobija no les alcanza a todos y de ahí que el proceso de decantación de entusiasmos y de aquellos que levantaron la mano para participar, poco a poco se han ido retirando si quiere usted a regañadientes, pero al final a sus trincheras para seguir a delante con sus encomiendas, las cuales esperaban dejar para perseguir un sueño político que sería les correspondiera o bien les tocara al tiempo de haber hecho públicas esas intenciones.
Un hombre como Enrique Galindo Ceballos, cuya integridad nunca la pondría en duda, llama la atención la disciplina con la que asume su dimisión a la candidatura por el senado, al saber evidentemente que desde hace un tiempo es lo que quiere. El avanzar en su carrera política, pero como a un niño inquieto tal vez la mamá representada por su partido le jala la manga y lo sienta otra vez. Muchos dicen que lo bajaron, otros dicen que finalmente las alternativas que le ofrecieron no fueron las que podía augurarle mejor oportunidad como competir por la alcaldía de la capital, a la que muchos aseguran ya está hecha completamente al Gallardismo. Más allá se piensa que la línea fuerte que implicaba su cercanía con el anterior secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, podría haber sido otro factor determinante para dejar pasar este momento, “vaya usté a saber” como dicen en el rancho. Estoicamente con ese orgullo que da la formación institucional nos dijo… NO ES MIO EL MOMENTO. Pero quien sabe.
Si entre otros argumentos, como el buscar mantener unido al partido como lo dijo el ex comisionado de la Policía Federal Galindo Ceballos, también pusiéramos a consideración aquellos hombres que ponen su lealtad por encima de sus intereses personales o sus aspiraciones políticas, podríamos decir que este pude ser el caso de José Luis Ugalde Montes, que en fechas recientes dio a conocer que si bien tuvo ganas de ir, mejor se queda, porque así se lo pidió su jefe, en este caso el Gobernador del Estado Juan Manuel Carreras López, de quien dijo, tiene un compromiso firme de responderle con su encomienda en Finanzas y ahí es donde se queda… “aunque le brillen los ojos”. El caso de quien también podría haber sido algo similar aunque no igual, el presidente de la directiva del Congreso del Estado, quien se decía podría haberse perfilado, Fernando Chávez. Los buenos resultados de su trabajo en el Congreso del estado podrían augurarle incluso un lugar en el gabinete de gobierno, tal vez.
Y no se puede perder de vista a los que ya se encuentran posicionados en lo que van competir en este año, y uno de los casos más emblemáticos sin duda es el del alcalde de la capital Ricardo Gallardo Juárez, quien dice no sufrir ni preocuparse por lo que le espera en materia de descalificaciones y ataques en las redes sociales, o en los medios de comunicación durante el periodo de campaña que se aproxima. Para este cándido alcalde por su forma particular de ver la política, pueden “decir misa”, lo único que cuenta en todo caso es el trabajo que respaldan los hechos que se han generado en beneficio de los ciudadanos, como la mejor arma para callarle la boca a todos y para generar el voto y la confianza de la ciudadanía, así lo ha manifestado.
En su caso el también diputado local, que a última hora si se le ha concedido la licencia a su cargo en el Congreso del Estado, para contender por una diputación federal por el segundo distrito, del cual dicen muchos no conoce, José Luis Romero será más bien el encargado de hacerle el camino más difícil al hijo de Don Ricardo, Ricardo Gallardo Juárez, por esta candidatura y al final del día dicen este pueda ser su único objetivo, crear desgaste aunque no gane.
El caldero cocina cosas interesantes este 2018, y una de ellas sin duda es ver cómo van salir de los procesos internos los candidatos. Dicen por ahí, que incluso hay quienes le tienen más miedo al desgaste de los “cacerolazos” dentro de sus partidos, que lo que ocurre cuando ya van por la constitucional, Se acaban las amistades e incluso hasta las parentelas, el reto al final, es cicatrizar y que salgan unidos bajo un mismo objetivo ¿o no?
HASTA LA PROXIMA
