¿De qué son capaces los partidos políticos con tal de ganar una elección o de conservar el registro? Cada día veo situaciones más aberrantes al interior de los partidos, las alianzas más perversas, los cambios de trinchera y una degradación al momento de escoger a muchos candidatos que llega a los extremos.
Basta recordar las orgías electorales a las que recurrió el Partido del Trabajo en las pasadas elecciones con tal de no perder el registro y lograr ese ansiado 3% de la votación. En el Estado de México se alió con el PRI, en Querétaro con el PAN y en San Luis Potosí tanto con el PRD como en el PAN en diversos municipios. Igualmente el Partido Nueva Alianza en un lugar se unió al PRI y en otros al PAN. El PAN Y PRD también juntos, la derecha que decía jamás se podría juntar con la izquierda, cuando se trata de ganar votos son capaces de los más perversos fines. Estos usan el pretexto ese de “el fin justifica los medios”.
El PRI mantiene sus alianzas digamos, ya clásicas con el Partido Verde, con el Panal y en algunos lados con partidos que buscan sobrevivir. Pero al momento de escoger a sus candidatos, en el tricolor de plano muestran una degradación evidente, buscando postular en muchas ocasiones a los personajes más indeseables para la ciudadanía en general. Pareciera que buscan perfiles dañinos que han traicionado una y otra vez a la gente. Lamentablemente algunos de estos personajes alcanzan a ganar en las urnas en zonas rurales recurriendo a los tradicionales métodos para la compra de votos que se han sumado hasta las amenazas de vigilarlos por satélite el día de las elecciones. San Luis Potosí es un ejemplo de cómo se premia a los “representantes” que hacen mal las cosas y le fallan a quienes confiaron en ellos en las urnas.
Yo veo muy parecido a lo que pasa entre los partidos políticos y las televisoras. Se intercambian personajes y prometen ser mejores que el otro, pero en esencia hacen lo mismo y sus promesas terminan en eso.
En esta ocasión donde los tiempos electorales están presentes, puedo ver la degradación de la clase política. A últimas fechas es el partido de Morena el que está levantando el escombro de los demás partidos, se trata de juntar votos a como dé lugar sin importar como se consigan.
Tristemente nada me sorprende a estas alturas. Cuando pensamos haber visto de todo, nos despierta una noticia de cierto personaje que se cambió de partido o que se logró cierta alianza que hace apenas unos meses sería impensable. Es por eso que la partidocracia es una fábrica capaz de crear seres amorfos, cuyo único objetivo es ir por el voto para llegar a poder solo por el poder.
¿Qué nos espera a los ciudadanos? ¿Votar por el menos peor? Vaya dilema.