Este sábado a medio día se registrará el licenciado Enrique Galindo Ceballos como aspirante a la nominación del PRI para contender por una posición en la fórmula que registre ese partido para las senadurías potosinas en juego. Lo mismo pasó con Juan Pablo Escobar Martínez que se registró para contender por posición similar pero por el Partido Acción Nacional. Si lo de las alianzas entre partidos en el juego federal no está por ahora en la mente de los aspirantes, es porque el proceso interno debe, de todos modos, realizarse para tener sus cartas en la mano a la hora de los acuerdos y de los registros.
Notará usted que el PRD tiene sus propios tiempos y estos no definen aún la nominación de sus candidatos al Senado de la República. las versiones que corrieron ayer fueron en el sentido de que aparentemente el PAN había cedido la primera posición de la fórmula precisamente a un perredista, en cuyo caso el beneficiario directo sería José Luis Fernández Martínez, hasta hoy presidente estatal del PRD.
Frente a la fórmula que postulen los dos partidos –PAN y PRD- los priistas no tienen mucho por hacer. Si los resultados lo colocan en el segundo lugar de la votación para senadores, entonces Galindo Ceballos pudiera llegar sin problemas, como senador de primera minoría. Pero las cosas no se definen todavía y los partidos hacen todas las posibles tiradas en una práctica que no quiere dejar posibilidades sin considerar.
Si los nombres de los caballeros que quieren ir al senado pueden deducirse sin problema, los correspondientes a las damas son un misterio difícil de resolver. En el PAN, por ejemplo, tienen la idea de que Juan Pablo Escobar es mejor carta que Marco Gama porque éste ha sido chile de varios moles y San Luis no ha visto una que le haya sido benéfica. De lo que se trata es de traer beneficios al estado, no de hacer fortuna personal como parece que es el proyecto de este panista sin más capacidad que la de hacer grilla.
El PRD no tiene prisas. Sabe que tiene la fuerza necesaria donde se obtienen las cantidades mayores votos y deja correr las jugadas de sus adversarios para no calentar sin necesidad. Si José Luis Fernández Martínez llegara al senado, estoy cierto que haría un papel digno de la mejor suerte porque es un elemento trabajador, esforzado y con ideas. Pero no sería el único perredista en esa posibilidad. Tenemos que recordar que el grupo que encabezan los Gallardos tienen en mente la gubernatura del estado y pretenden desde ahora hacer un equipo que les respalde desde las cámaras federales.
La situación en el PRI parece tener un poco más de orden. Saben que la situación está cuesta arriba y que los aspirantes al Senado no tienen más posibilidades que sus contrincantes. La fuerza electoral para el Senado se encuentra en los municipios que rodean a la capital del estado y en ésta misma. Necesitan postular personajes que sean muy conocidos por la comunidad en la capital y Soledad, que no tengan negruras en su panorama y que gocen de apoyos fuertes. Algo difícil de descubrir a simple vista, pero no imposible de lograr.
Por lo pronto, digo, las cocinas de los partidos tienen todos los ingredientes y esperan que sus respectivos menús sean los más atractivos a los gustos de la gente que elige y que conserva la esperanza de que esta vez sí, tengamos un mejor equipo que nos represente en las cámaras federales, donde se definen presupuestos y apoyos para las entidades, de lo cual andamos mal precisamente.
@pedrocervantesr
