LA POSIBILIDAD DE QUE LOS partidos políticos con registro en San Luis Potosí recurran a las alianzas para postular candidatos comunes, despierta algunas inquietudes entre los ciudadanos. Los subsidios electorales destinados por los organismos electorales para las campañas serán independientes de los que cotidianamente reciben cada uno para su operación y mantenimiento, sin embargo, los montos asignados a cada uno podrían acumularse y significar gastos por encima de los estimados.
INDEPENDIENTEMENTE DE LO que digan las leyes, la práctica electoral debe considerar que las alianzas representen también asignación compartida de gastos, comprobación en base a documentación suficiente que precise el origen y la causa de los mismos. Se darán casos, por ejemplo, en que dos o más partidos acuerden alianzas en candidaturas federales, estatales y municipales y que eventualmente coincidan en eventos que tendrán un solo costo pero que podrían ser documentados por triplicado para que cada candidato compruebe como pagado por cada uno. Si bien el caso pudiera ser comprobado sin problemas, el costo de un solo evento debe ser distribuido entre los participantes y reducir el gasto.
PARECE LÓGICO QUE LA contabilidad de las campañas se realice con apego a disposiciones federales y estatales, lo cual significa que pudiera darse el caso de documentar gastos por separado pero iguales, en lugar de ser prorrateados entre los aspirantes a cargos en cada nivel. Pero, además, puede darse el caso de que los partidos aliados requieran comprobar gastos de campaña para sus candidatos comunes y que, para decirlo pronto, quisiera cada partido presentar gastos iguales cuando se hubo pagado solamente uno.
LA BONDAD DE LAS ALIANZAS debe reflejarse electoralmente pero, sobre todo, en la reducción de los gastos de campaña para que no exista desconfianza de los ciudadanos. Los frecuentes informes de sanciones a los partidos que dejan de comprobar esos gastos y no regresan dinero, produce la sensación de que el dinero público es malversado de distintas maneras sin que haya un control real de los recursos monetarios.
SI BIEN LA LISTA DE PROVEEDORES de los partidos se encuentra entre los documentos que deben respetar los partidos en sus campañas electorales, también debe darse flexibilidad para aquellos casos en que la proveeduría no disponga del material o de los servicios que demandan para la realización de sus campañas.
EN TODO CASO, EL ÓRGANO electoral correspondiente debe dar a conocer los montos asignados a cada partido y -luego- la comprobación de los gastos realizados para que no quede la impresión de que las elecciones son costosas y de difícil comprobación. Buena parte de la percepción que motiva el rechazo ciudadano a los partidos, tiene su causa en la falta de cuidado en la realización del gasto y su registro.
ENTRE TANTO, EL TIEMPO electoral corre sus términos y los partidos realizan sus procesos de selección interna con los consabidos matices de interés. Las alianzas figuran como un telón de fondo que pretende presentar un escenario con resultados electorales distintos a los estimados.
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