La revista "Vogue" ha decidido suspender a los fotógrafos Mario Testino y Bruce Weber tras las múltiples acusaciones de mala conducta en el terreno sexual realizadas por modelos y asistentes de fotografía masculinos.
Según dijo Anna Wintour, editora de "Vogue" y directora artística del grupo Conde Nast, las acusaciones contra estos dos "amigos personales" suyos le han resultado muy dolorosas, y actuar en consecuencia, desgarrador.
"Creo firmemente en el valor del arrepentimiento y el perdón", continuó en un comunicado emitido el pasado fin de semana. "Pero me tomo muy en serio las acusaciones. Por eso, en Conde Nast decidimos suspender nuestra relación laboral con ambos fotógrafos en el futuro inmediato”.
El sábado, "The New York Times" publicó un artículo en el que 15 modelos y ex modelos acusaban a Weber, de 71 años, de haberlos sometido a un "patrón" de desnudez innecesaria y comportamiento sexual coercitivo.
"Recuerdo cómo me ponía los dedos en la boca y me agarraba los genitales", señaló el modelo Robyn Sinclair. "Nunca mantuvimos relaciones sexuales ni nada de eso, pero pasaron muchas cosas. Muchos tocamientos. Mucho acoso", añadió.
Weber, que ha realizado campañas publicitarias para Ralph Lauren, Calvin Klein y Abercrombie & Fitch, entre otros, niega tales acusaciones. Según dijo a través de sus abogados, se encuentra "totalmente conmocionado y triste por las atroces acusaciones”.
En el caso del peruano Testino, que a sus 63 años había fotografiado a la familia real británica, la hija de Madonna y Serena Williams para la próxima edición de "Vogue", 13 asistentes y modelos lo acusan de acoso sexual, tocamientos y la masturbación.
"Lo he visto al menos diez veces metiendo la mano por debajo de la ropa interior de la gente", dijo el asistente de fotografía Thomas Hardgreave al "New York Times". "Mario se comportaba a menudo como si todo fuera una gran broma. Pero no era divertido”.
Según relató Hardgreave, que trabajó con Testino entre 2008 y 2016, los jóvenes que se enfrentaban a estas situaciones "no sabían cómo reaccionar". "Me miraban como diciendo: '¿Qué está pasando? ¿Qué hago?' Era terrible", añadió.
Otro ex asistente, Roman Barrett, contó al rotativo que el acoso sexual era "una realidad constante" cuando trabajó con Testino a finales de los 90 y añadió que en una ocasión se restregó contra él estando empalmado y se masturbó delante de él.
Los abogados de Testino pusieron en duda la credibilidad de tales acusaciones, señalando que hablaron con varios antiguos empleados del fotógrafo y ninguno confirmó hechos semejantes.
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