Ni mucho ni poco, sino la medida justa. Ese es el nuevo pensamiento de este tiempo, que llegó desde Suecia y se llama Lagom. Se caracteriza por la mesura, la sobriedad y la permanente búsqueda del equilibrio para lograr el bienestar personal. Viene a reemplazar al Hygge y su idea de "disfrutar de las pequeñas cosas", surgida dos años atrás.
Para adoptar la filosofía Lagom se deben seguir ciertas reglas cotidianas fundamentales. Aprender a vivir con lo básico, adoptar conductas que puedan sostenerse en el tiempo y no centrar la vida en el trabajo para lograr un balance justo entre la vida laboral y la personal son algunos de los tips más importantes para implementarla. Los expertos aconsejan comenzar de madera gradual con acciones simples pero que harán que poco a poco el estrés desaparezca.
Pero eso sí: quiénes deciden seguir este estilo de vida, no renuncian a darse ningún capricho, sino todo lo contrario. Con pequeños gustos todos los días buscan el equilibrio justo para brindarse satisfacciones personales sin entrar en excesos innecesarios. La idea es lograr en las personas un pensamiento más austero que las lleve a "ser felices con lo que tienen".
Los 5 hábitos para lograr la felicidad a través del Lagom
Cuidar el dinero, controlar cada gasto y vivir sin excesos. Para adoptar esta nueva forma de vida, la estabilidad económica resulta esencial. Planificar en que se gastará podría ayudar a conocer cada inversión de antemano y entender más rápidamente cuáles son las mejores formas de realizarla sin descuidar demasiado el bolsillo.
Establecer un balance justo entre responsabilidad y placer. En Suecia, mediante una jornada laboral de 6 horas, logran alcanzar un equilibrio ideal entre las obligaciones laborales y las actividades de ocio y placer. En ese sentido, practicar deportes, salir con amigos o realizar algún hobby pueden ser recursos válidos para despejar la mente después del trabajo.
Crear un espacio propio, simple y sencillo, para desconectar de todo sin salir de casa En ocasiones, aún con ganas de de hacer planes al aire libre, el cansancio de la rutina puede más y es posible elegir quedarse para descansar, mirar una película o leer un libro. Para eso, nada mejor que un lugar en el que se pueda escapar del ruido y el bullicio para aprovechar al tiempo y darse pequeños gustos que hacen la diferencia.
Disfrutar la vida tal como se presenta. Alcanzar la plenitud con los logros y ambiciones personales que se pudieron concretar sin pensar siempre en ir por más. No se trata de ser conformista, sino de valorar lo que es de uno.
Cuidar el medio ambiente. Acciones del día a día como no derrochar el agua, utilizar el transporte público, reciclar los elementos que ya no se usan, caminar o apagar las luces que no se estén utilizando también son medidas de la filosofía Lagom.
