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Más de 156 mil personas piden que Lula da Silva sea candidato en Brasil

Notimex | 10/01/2018 | 14:41

 Más de 156 mil personas firmaron un manifiesto en el portal change.org para que el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que podría quedar inhabilitado políticamente por una condena por corrupción, pueda participar en los comicios presidenciales de 2018.

Bajo el lema “Elección sin Lula es fraude”, más de 156 mil personas firmaron a favor de que el exmandatario pueda ser el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) en octubre de 2018.

El objetivo de la campaña es recaudar hasta 200 mil firmas en vísperas de que Lula, condenado por corrupción a nueves años de cárcel y en pleno proceso de apelación, pueda participar de las elecciones para aspirar a un tercer mandato.

“La victoria de Lula resultaría en el fracaso del golpe (destitución de Dilma Rousseff por juicio político en 2016) y permitiría la apertura de un nuevo ciclo político”, indica el manifiesto.

“Por lo tanto para evitar la candidatura de Lula vale todo: condenación en la corte de Porto Alegre, la institución del semiparlamentarismo y hasta postergar las elecciones”, denuncia el documento.

Líder de Brasil de 2003 a 2010 y uno de los políticos más populares en las encuestas, a pesar de los escándalos de corrupción que azotan a su partido y a él mismo, Lula aparece como el candidato favorito en los sondeos desde hace meses.

Sin embargo, si su condena es confirmada por el tribunal de apelación el día 24 de enero en la ciudad de Porto Alegre, en el sur del país, podría quedar fuera de la carrera por un tercer mandato, pues la ley en Brasil –denominada “Ficha Limpia”- impide en teoría que cargos electos ejecutivos sean disputados por condenados en segunda instancia en casos, por ejemplo, de corrupción.

Lula fue condenado en julio del año pasado a nueve años y seis meses de cárcel por corrupción y lavado de dinero al recibir supuestamente un departamento de tres plantas en la localidad de Guarujá, en el litoral de Sao Paulo, a cambio de favores a una constructora brasileña, pero él y sus abogados niegan los cargos y acusan a la Justicia de una persecución política.