Extrañamente han surgido voces inquietas porque, a su juicio, en su visita a SLP el precandidato presidencial priista José Antonio MeadeKuribreña no “prendió” a la gente como si se tratara de un ídolo cantante rockero que al conjuro de su actuación debía provocar que la gente se desgañitara aclamándolo o desmayándose de la emoción cuando, en su circunstancia su única premisa era la de venir a exponer algunas de sus propuestas o manifestar sus opiniones de la situación por la que pasa el país, no necesariamente a causar que la gente entrara en trance como sucede en ciertos ritos del vudú pues únicamente vino a buscar el apoyo de sus compañeros de partido para alcanzar la candidatura presidencial del PRI que se decidirá en la asamblea nacional del tricolor del 18 de febrero próximo.
Lo curioso es que los que parecen más preocupados porque dicen que no “prende” el tricolor es gente que no pertenece al PRI o que sus simpatías van por el rumbo de la oposición.
Con esos señalamientos, más bien pareciera que añoran los viejos tiempos de la demagogia y la incontenible “cargada” como cuando Luis Echeverría se lanzó a hacer campaña al grito de “arriba y adelante” en lo que fue el preámbulo de un sexenio desastroso para México o como lo hizo el gris Miguel de la Madrid con su nunca concretada “renovación moral como bandera de un gobierno que arruinó a millones de mexicanos.
En el caso de Meade vino y se concretó a plantear sus propósitos sin gritos desgarradores que cimbraran a sus escuchas, sin expresar promesas relacionadas con aplastar bichos como víboras prietas, masacuatas y demás como en su tiempo lo hizo Fox pues solamente quiso decir lo que quería con el tono cotidianamente empleado al hablarle a la gente en sus actos públicos toda vez que nadie pensó que su intención era que la gente se prendiera como en un concierto de rock y se arrancara la ropa de emoción lo que nadie cree que pretenda hacer lo que se reconoce en aras de la objetividad.
CABOS SUELTOS
Entre los cuadros priistas de la vieja guardia que podrían reverdecer laureles para resucitar el voto verde en favor del PRI ya apuntan al ex diputado federal y ex líder estatal de la CNC Felipe Aurelio Torres Torres quien fácilmente puede ser contrapeso a la influencia negativa de malos dirigentes cenecistas en la zona media, por ejemplo… Con la tranquilidad que da saberse libre de culpas, el pollo hijo Ricardo Gallardo Cardona prácticamente ya arrancó su campaña como candidato a diputado federal por el II distrito con cabecera en Soledad donde el alcalde Gilberto Hernández le tiene la mesa servida con la voluminosa clientela electoral que ha acumulado mediante la puesta en marcha de políticas públicas asistenciales semejantes a las del alcalde capitalino el pollo mayor…