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moda y belleza

En decoración, la sencillez se vuelve protagonista

Agencia | 09/01/2018 | 15:55

Más que un estilo de diseño, el minimalismo se ha convertido en la actualidad casi en un forma de vida, donde la premisa de menos es más es la guía estética, pero también es un aporte a la funcionalidad, a lo práctico.

Y es que el minimalismo es una tendencia y corriente artística que hace referencia a una máxima desde el aspecto del interiorismo, que no es otra que la de decorar con el menor número de elementos posible y básico con el objetivo de ganar en funcionalidad, sobriedad.

La ornamentación (muebles, cuadros, etc.) está en segundo plano visual y los elementos arquitectónicos son los protagonistas de la decoración minimalista.

Esta tendencia se basa precisamente en ese concepto.

En el hecho de aprovechar todo el espacio de cada ambiente y, para ello, no se puede saturar el mismo con un exceso de elementos como mesas, muebles o sillas. Solo tiene cabida lo que se considera como estrictamente necesario y básico.

Este movimiento tiene su origen en Estados Unidos en la década de los ´60. No obstante, su gran auge vendría posteriormente, en los ´70 cuando comienza a fusionarse con lo se conoce como pop art y llega a Europa de la mano de los principales artistas del momento.

Dentro de este estilo se puede decir que hay tres pilares fundamentales sobre los que se va a sustentar todo. Por un lado tenemos el hecho de reducir al máximo todo lo que tenga que ver con elementos artísticos. Con esto, se hace referencia por ejemplos a los cuadros y con aquellos elementos que cuelguen de las paredes.

Los elementos decorativos que se ubiquen sobre un mueble deben reducirse a la mínima expresión ya que recargan en exceso en conjunto y no se logra esa sensación de amplitud tan necesaria en este caso.

El entorno que se construye debe ser útil, aprovechable, sencillez, precisión en los acabados detalles y con geometría esencial y rectilínea. Se puede decir que el espacio que se quiera decorar debe ser para vivirlo y no para instalar muebles.

Pero a la vez, no sólo se trata de “interiorismo o decoración pura”, es además, una filosofía de entender la vida en el hogar.

Vivir con menos objetos, igual puede tener algunos beneficios y entre ellos, aumentar el disfrute del hogar.

Antes de comenzar a decorar, una práctica habitual primero hacer un repaso preguntándose con qué objetivo y fin se utiliza el espacio que voy a decorar y qué actividades se van a realizar en él.

Cómo vamos a disfrutar ese espacio qué actividades habituales vamos a practicar.

Cuánta gente va a participar en ese espacio.

Si estará toda la familia, si es una habitación únicamente para dormir, si es una zona de trabajo, entre otras cuestiones.

Y muy conveniente hacerse un pequeño croquis o esquema de las habitaciones con medidas e ir mirando y añadiendo lo que realmente necesitaremos, primero lo principal y su disposición.

Es decir establecer qué tipo de suelo, muebles de baño o el sofá del comedor, y posteriormente los elementos menos esenciales.

Existe una creencia que todo lo que compramos normalmente es más económico que lo hecho a medida. En realidad, no siempre es de esta manera, así que antes de lanzarse a comprar muebles u objetos hay que preguntar y mucho, posiblemente nos ahorramos unos cuantos pesos, sea cuál sea la opción final que tomemos.

Una buena idea para decorar una casa, es comenzar desde el salón del living e ir saliendo hasta el resto de las habitaciones.

Hay que tener en cuenta que el salón es el lugar en el que se pasa más tiempo y por lo tanto es sobre el que más atención hay que prestar.

EL ESPACIO ES VITAL

En cualquier ambiente hay que procurar por todos los medios eliminar aquellos elementos que únicamente sirvan de ornamentación. El espacio es vital y se debe ir ganando en cada rincón de la misma.

Sobriedad, orden y resaltar los detalles arquitectónicos son los consejos clave de un buen interiorismo en la tendencia del menos es más.

En las cocinas minimalistas modernas se debe de priorizar y fusionar la estética con la funcionalidad.

Espacios limpios de objetos, amplios, con colores claros preferentemente el blanco y sus tonalidades en muebles y armarios, y sin ornamentación.

Un buen consejo para cocinas, en el caso de los taburetes o de las sillas en la cocina es mejor utilizar materiales crudos frente a la vista, como la madera o el acero y si es posible. Sin respaldos.

En realidad son consejos que optimiza el espacio aumentando la funcionalidad y el fin, que es cocinar.

Si buscamos un baño minimalista, lo ideal es tener paredes lisas y sin accesorios o azulejos así evitaremos distorsionar la perfección del paramento, en caso que no podamos, hay que utilizar grandes azulejos que disminuyen las juntas.

En el caso del suelo, evitar utilizar revestimientos que tengan juntas para tener una sensación de continuidad al mismo estilo que las paredes aunque si se utiliza madera – parquet es perfecto por la sensación de calidez en baños. Colores claros en muebles y los materiales deben de ser nobles, madera, acero o incluso cristal si hablamos de los objetos más pequeños cómo jaboneros o toalleros y siempre mobiliario con líneas rectas.