MORENA, EL PARTIDO DEL TRABAJO y el Partido Encuentro Social formalizaron el miércoles pasado una alianza para contender en las elecciones estatales del 1 de julio en busca de 56 de las 58 alcaldías y 13 de las 15 diputaciones locales de mayoría, en tanto otros seis partidos anunciaron iguales propósitos para no acudir solos en las urnas electorales. Las decisiones de los partidos se anuncian fuera del contexto ciudadano pues sus estrategias no toman en cuenta la opinión de los electores sino que corresponden al cuidado de sus intereses por mantenerse dentro del presupuesto electoral que para muchos mexicanos no debía existir.
EL PAN Y EL PRD JUNTO CON EL Partido Movimiento Ciudadano han suscrito alianzas en lo federal y han manifestado su buena voluntad para hacerlo en busca de las alcaldías y las diputaciones locales de San Luis Potosí. No obstante, cada uno ha dado pasos por separado para estar dentro del marco legal, si es que no se concretan los propósitos de aliarse. El PAN tiene un precandidato destapado en el todavía diputado federal con licencia Xavier Nava Palacios, y el PRD abrió el registro de aspirantes a los distintos puestos de elección en juego desde el día 2 del mes en curso y lo cerrará hoy, en espera de ofrecer un menú variado de candidatos a los cargos locales.
EL PRI NO QUIERE MENOS EN SU participación y anuncia su disposición para aliarse con el Partido Verde, con Nueva Alianza y con el Partido Conciencia Ciudadana a fin de defender sus posiciones en el Congreso del Estado y en las alcaldías. Por supuesto, nada fácil aparece el panorama con el poco crédito que le ofrecen los otros partidos y la mala fama ganada por sus miembros más desgastados en el estado.
PARA EL ELECTOR LA conformación de las alianzas le plantea nuevos panoramas. Lo primero que considera es, por supuesto, que los candidatos postulados por las alianzas no tienen el respaldo de una sigla que los identifique en diversos aspectos. PAN y PRD unidos cierran los extremos de la gama ideológica y dejan sin personalidad una alianza con la que será difícil hacer coincidir a votantes de izquierda con los votantes de identidad conservadora, como es la clientela panista. La referencia podría ser indispensable en muchos casos, especialmente en las zonas en donde alguno de los dos tiene predominio.
QUIZÁ LA ALIANZA MÁS homogénea en cuanto a tendencias ideológicas sea la que forman Morena, el PT y Encuentro Social. No obstante, el elector no tiene configurada su preferencia por alguno de ellos y, en conjunto, pudieran no reunir los votos suficientes para acreditar un triunfo mayoritario en distritos electorales locales o en los municipios.
DESPUÉS DE LA PARTE ideológica viene el perfil de los candidatos. No dudo que los partidos cuenten con más de un aspirante en cada distrito y tal vez logren conjuntar los 56 candidatos en igual número de municipios, como lo plantea Morena y socios. Sin embargo, la fuerza de cada uno pudiera no alcanzar la que muestren sus adversarios. Es decir, el proceso de aliarse podría no alcanzar a algunos aspirantes para respaldar sus candidaturas y obtener un triunfo sin dificultad.
JUZGUE EL LECTOR QUE LA declinación de sus postulados básicos en busca del poder revela una debilidad que es producto del descrédito que han obtenido como resultado de las trapacerías de sus miembros favorecidos en las elecciones anteriores. La divulgación de conductas delictivas por parte de personajes que obtuvieron votos bajo la cobija de algún partido los debilitó y esa sería una causa de la alianza.
EN ESTAS ELECCIONES, PUES, NO está en juego una tendencia de gobierno al tenor de los postulados de los partidos, sino el instinto de conservación que tienen los partidos para no zafarse del mecate del poder y seguir incluidos en los presupuestos anuales distribuidos por el INE para su sostenimiento, lo cual, es cierto, no ayuda a la respuesta del electorado en las urnas el 1de julio.
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