Todos, con más miedo que emoción, se acercan a la sala de juntas o al escritorio del salón de clases para cortar la deliciosa rosca de reyes. Es como un ritual en el que uno por uno cortan su trozo (algunos tratan de hacerlo muy delgado para evitar sorpresas) con la esperanza que entre el pan no aparezca el tan temido muñeco; obviamente porque eso significa pagar los tamales y champurrado el 2 de febrero.
A veces es inevitable, aunque lo trates de esconder (todo el mundo está al pendiente) no es posible pasar desapercibido. Así que, si ya te tocó ser el padrino del muñeco de la rosca, te damos 5 consejos para que el pago de la deuda no sea tan pesado.
Investiga
Primero que nada, procura saber quien más tuvo la misma mala suerte que tú, seguramente no eres en único incauto y así entre todos se reparten el sablazo para que no duela tanto.
Calcula el presupuesto
Checa diversos presupuesto de tamales y haz cuentas, elige la opción que más les convenga para que no les salga tan caro.
Que te digan la verdad los tragones
Pregunta cuántos tamales se va a atiborrar cada quién o haz un estimado, más vale que te tachen de “cuentachiles” a que sobren y se desperdicien.
Las bebidas sí importan
Si la mayoría no quiere atole, no gastes, mejor compra unos litros de leche (no olvides incluir alguno ligth, nunca falta el o la sangrona que no toma leche entera).
Que no te agarren de bajada
Descarta las guajolotas, que cada quien se coma sus tamales solos, o sí que cada quien se lleve sus propios bolillos o cualquier otro adicional con el que quieran acompañar el platillo
Sabemos que son consejos pichicatos, pero la situación económica no está para menos; además, nadie puede decir que no cumpliste.
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