ASÍ PARA LOS QUE SE DIERON EL tiempo de soñar, de celebrar, de bendecir, de tomar, de comer y descansar, o no descansar en lo absoluto, el año 2018 nos remite nuevamente a nuestras realidades, diferentes, pero sin duda con muchas condicionantes que compartimos todos. El alza al precio del combustible, que subía en promedio de cinco a seis centavos diarios durante la recta final del año 2017, y durante las primeras horas del 2018. Lo acompaña el aumento consabido del refresco, los cigarros y en esta ocasión el huevo, como parte de la canasta básica. Ya no se preocupe tanto si tiene que hacer dieta para este año, seguramente muchos mexicanos la harán sin ni siquiera tener ese propósito en mente. Como van las cosas, se espera que en los próximos días se anuncien otros incrementos.
EN LA TELEVISIÓN Y EN EL RADIO han comenzado ya los mensajes políticos electorales de aquellos que se han convertido ya en candidatos hacia la Presidencia de la República. Apenas es la punta del iceberg, de lo que se antoja uno de los años electorales más complicados y competidos de la historia del país, ahora con candidaturas ciudadanas y con la figura de la reelección para diputados y alcaldes. En los cafés y en distintas reuniones de la sociedad, se habla sobre quién va con quien. La realidad es que a diferencia de otros años, tal vez ahora más que nunca, sobre todo con la ayuda de las redes sociales, podría ser más común el voto diferenciado entre la población, en donde un ciudadano pueda votar por candidatos aunque no sean del mismo partido o sin partido, si ese es el caso. Sin embargo aunque este podría ser el augurio de un proceso de voto razonado y democrático, también hay una perspectiva de que muchos resultados irán a la Corte bajo el pronóstico de ser uno de los procesos electorales que arrojará la judicialización de resultados más grande de la que se tenga memoria. Nuestra cara democracia.
O COMO TAMBIÉN SERÁ PARTE de la cotidianeidad el pago de deudas y compromisos, otra vez, aquellos que sí tendrán mucho trabajo son los empleados de las casas de empeño durante los primeros días de este año, que comienza con cierta característica de aletargamiento, sobre todo ante la motivación que nos mueve a todos al regresar a nuestras obligaciones. Todo es mejor a que sea un inicio como fue el cierre del 2017, con la más alta incidencia en delincuencia registrada, y que estamos esperando a que después de cambios y nuevas estrategias, este año se dé un descenso en las estadísticas que nos colocan en un nada honroso sitio en cuanto al mapa delictivo del país. Ojalá y lo que esté haciendo falta solo sea que la Fiscalía General ahora sí empiece a “chambear” a todo lo que da, una vez que se ha dado a conocer que hay nueva terna, que será puesta a consideración de los diputados del Congreso del Estado para que ojalá y ahora sí les “llenen el ojo” las propuestas para fiscales anticorrupción y para delitos electorales, porque las anteriores les dieron “pa tras”, y estas ya son completamente nuevas para evitar cualquier interpretación contraria a lo que realmente se pretende alcanzar con estas nuevas responsabilidades.
OTRA COSA QUE NO SE HA VISTO en lo absoluto, a pesar del lloriqueo de los trabajadores del volante, y que sin duda será también parte de nuestras realidades para este año que inicia, es lo que refiere a encontrar un taxi o un Uber en Navidad y Fin de Año. Muchos ciudadanos, como siempre ha sido, no encontraron ninguno libre o disponible. Los argumentos de los concesionarios del servicio tradicional de taxi, que tanto protestaron de que no habría suficiente espacio para trabajar con la implementación del nuevo sistema digital de transporte de alquiler, siguieron sin satisfacer la demanda que se presenta, por ejemplo, en fechas como esta, decidieron dejar de trabajar temprano para irse a la cena y a los brindis, y aquellos que vieron en esto la oportunidad de hacer “su agosto”, raudos y veloces aunque no muy comunes, cobraron doble o triple las dejadas. “Es esto o nada, señito, usted decide”. En otras circunstancias, en las rutas de los camiones a pesar de que todavía faltaba tiempo para concluir el horario establecido, simplemente se detenían y bajaban a todo el pasaje, sin importar donde, y aunque todavía les hicieran falta cuadras para llegar a su destino. Si usted no se queja, no se queje.
YA PARA CONCLUIR ESTE ESPACIO, que agradezco de corazón se tome tiempo de leer, quiero enviar un afectuoso saludo al Arzobispo de San Luis Potosí, monseñor Carlos Cabrero Romero, y de paso informarle que ya más de un parroquiano y turista del primer cuadro de la ciudad se han dado cuenta de que el Carrillón está chimuelo. A ese bonito juego de melodías diversas interpretadas por las campanas de la catedral, le faltan notas… O tal vez le falten campanas, si es que ya fueron objeto de los amantes de lo ajeno que, para variar, ya se las llevaron, como hicieron con la luz escénica de las torres de la Catedral y también con algunas áreas de la parte superior del palacio de gobierno. Ya no hay pudor ni respeto.
HASTA LA PROXIMA