Dr. Jaime Chalita Zarur | 29/12/2017 | 00:17
No habrá una guerra fratricida, porque el Gobierno y el Pueblo lo impedirán. Tampoco habrá un Presidente que se suicide, porque el Pueblo sabrá responder.
Salvador Allende.
PASÓ LA NOCHE BUENA, LLEGÓ LA Navidad y, pronto estará aquí el año nuevo. Época de buenos deseos, tantos, que nuestro país pareciera otro; se detienen los malos augurios, los malos presagios, aunque sea cada vez más brevemente y se abre paso al caudal de las buenas intenciones. Espero que todas las formas de bondad y abundancia, de parte de nosotros, también hayan querido llegar a nuestras fuerzas armadas y corporaciones policiacas. También son mexicanos y muchos de ellos y ellas, sostienen a sus familias.
HACE ALGUNAS SEMANAS HICE externa la opinión en torno a esta grave situación que vivimos de inseguridad, y lo hice en razón de los cambios que se hicieron en los primeros mandos de la Secretaría de Seguridad Pública, lo cual puede ayudar a ir mejorando, que no resolver la situación que nos lastima.
LA DIGNIFICARON Y EL CUIDADO de promocionar el alcance de la línea de bienestar para nuestros policías es, como debe de ser, un avance muy importante en nuestro reencuentro con las corporaciones.
EL DEBATE NACIONAL QUE SE HA generado en torno a la Ley de Seguridad Interna ha creado más que certidumbre, desorientación y posturas encontradas pero, al mismo tiempo, muy polarizadas.
¿Cuándo terminará esta confrontación que en realidad es una guerra fratricida que se da en su mayor parte entre mexicanos? ¿Qué es necesario para poder salir de este sufrimiento?
SON NUESTRAS FUERZAS Armadas el último peldaño de esperanza para salvar a la Patria y salvarnos de las calamidades que se viven. No estoy ajeno a las formas de abusos que se generan y se puedan ir sucediendo, pero han sucedido y quizás lo seguirán haciendo, pero igual ¿no son nuestras Fuerzas Armadas y en especial el Ejército Mexicano, emanando del pueblo, quienes en situación de desastres ayudan a los que sufren? Muy claro es el temor en contra de quienes nos han ayudado y, no exentos de errores, han sido reclamados por su participación, cuando todo lo demás ha sido rebasado.
MÉXICO NECESITA REFUNDAR SUS estructuras políticas y nuestra misma Nación, igualmente, so pena de no hacerlo y seguir con posturas ególatras, a veces mesiánicas, tratando de pensar que solo quienes tienen poder político o popular, pueden tener la absoluta verdad, siendo una gran mentira.
CON LEYES Y SIN ELLAS, LOS robos, asesinatos, desapariciones forzadas, siguen dándose. El desorden que vivimos debe recomponernos, y es que todos somos compatriotas, pero también corresponsables, es decir, nuestro hogar común es nuestra Patria, luego entonces ¿cómo es que hemos llegado a este grado de enfrentamiento? ¿A qué intereses estamos sirviendo y a quienes interesa tenernos en este estado de súplica porque terminemos con las matanzas ente mexicanos?
MÁS POLARIZACIÓN VENDRÁ, todo en torno al poder y al dinero de México. Aquellos que se dicen dueños de la verdad absoluta y que han estado ahí con un poder fáctico o político, nos dejan ver ya su absolutismo, creyendo que son dueños de todo y de todos.
UN PAÍS COMO MÉXICO, DEL cual se ha dicho tanto de lo malo, por propios y extranjeros, de lo que pasa en nuestro territorio, luego no se comprende cómo, en esta guerra fratricida y electoral, se quiere ganar o, para qué. Figúrese como estaríamos sin la intervención de las Fuerzas Armadas de México, figúrese entonces aquellos ayeres donde se tenían dueños de las plazas en el país, y que aún existen lugares en sufrimiento.
LA REFUNDACIÓN DE NUESTRO México es impostergable pero, ¿cómo? Necesitaríamos grandes patriotas que dejando a un lado mezquindades, apostaran por un nuevo Constituyente que modernizara verdaderamente a México, para beneficio de todos y no sólo de quienes abusando de todo y de todos, se han hecho de fortunas indeseables, por decir lo menos, pero que de otra manera nunca hubieran tenido un peso. ¿Pemex?
EL CAMINO QUE SE SIGUE NO ES ni debería ser más, ya. Los escándalos que cada día surgen en torno a la corrupción, son inaceptables y deberían de no cometerse aparados en la impunidad, pero sigue sucediendo. Provocar la paciencia de los que trabajan por salir adelante con sus familias y, a la vez con la patria, es indolente y fraticida.
HOY EL DEBATE NACIONAL, ES LA Ley de Seguridad Interna, pero se ha dejado a un lado la Ley de Seguridad Pública. ¿Qué intereses se mueven por esta maniobra? ¿A quién o quiénes les interesa romper los equilibrios y provocar diferencias entre quienes deberían de cuidar constitucionalmente de los mexicanos?
LA GENTE QUE RESGUARDA EL orden público y la Seguridad Nacional son los mismos: mexicanos como cualquiera de nosotros.
¿LA DESCONFIANZA SE HA apoderado de nosotros? Creo que sí, pero debe terminar en razón del bien común, aportando para construir nuestra nueva realidad, y no solo señalando que tal o cuál grupo político debe salir del sistema democrático del curso de México.
HACER, SIN DESCANSAR, LA exigencia a quienes desean conducir el país, el nuestro, para que clarifiquen el por qué, el cómo, es fundamental, pero también lo es la exigencia para que ellos, precandidatos por ahora, sean congruentes, pues nadie podrá gobernar con un solo partido o apartado del Pueblo al que se deben y deben servir.
EL MÉXICO DE HOY DEBE DE SER para todos y no solo para quienes gobiernan disque queriendo servirnos.
@jaimechalita