Con la apuesta de transitar de un esquema de salud curativo a uno preventivo, en agosto del año pasado el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) llegó a la meta de afiliar a 6.6 millones de estudiantes de instituciones públicas de los niveles medio superior y superior.
El objetivo es que estos jóvenes de entre 16 y 23 años se conviertan en la primera generación que vaya a revisarse al Instituto de forma preventiva al menos dos veces por año, antes de que padezcan algún problema de salud como infartos, accidentes cerebrovasculares, diabetes, ceguera o insuficiencia renal, por ejemplo.
De acuerdo con el Instituto, hoy se dan alrededor de un millón de consultas a este grupo poblacional, 40 por ciento por embarazos adolescentes y un porcentaje similar por accidentes.
Ante ello, garantizando su derecho a la salud, el fin de la afiliación que se enmarca en la Estrategia Nacional para la Inclusión Social del gobierno federal, es promover entre los estudiantes la cultura de la prevención.
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