La migraña es un dolor que afecta generalmente a la mitad del cráneo y que suele aparecer en forma de crisis generalmente acompañadas de fotofobia (molestias con la luz), nauseas o vómito.
El neurólogo Raúl César Noriega García señaló que es una enfermedad de origen genético para lo cual no se conoce cura, sin embargo se puede controlar de la misma manera que ocurre con enfermedades como la hipertensión arterial o la diabetes.
Precisó que existen diversos tipos de migrañas y estas son la migraña con aura que está precedida de alteraciones visuales como manchas negras en el campo visual o visión de puntos o líneas luminosas.
También está la que aparece con pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo o con alteraciones en el sistema nervioso central, agregó.
Otro tipo de migraña, comentó el neurólogo, es la sin cefálea que se caracteriza por vómitos, náuseas y abatimiento, sin que aparezca dolor de cabeza.
Noriega García mencionó que 90 por ciento de los pacientes que sufren los tipos de migraña más frecuentes, es a consecuencia del estrés, malas posturas, fatiga o depresión.
Declaró que estas migrañas son la cefalea de tensión con un dolor leve o moderado, la cefalea de racimo que es más frecuente en mujeres y se trata de un dolor de uno de los lados de la cabeza que se extiende hasta el ojo, dura unos 15 minutos y ocurre a menudo por la noche.
Aseguró que las causas exactas de las migrañas se desconocen, aunque se han estudiado varias teorías.
“Actualmente se cree que la migraña es un trastorno constitucional con base en genética, las causas desencadenantes son difíciles de identificar y diferentes en cada persona, pero las más comunes son la herencia, la edad, estrés”, mencionó.
Además, están la ingestión de alcohol y dieta, la falta o exceso de sueño, y los factores medioambientales .
Indicó que aunque todas las migrañas están asociadas con el dolor, difieren en su severidad y frecuencia, por lo que es necesario crear un tratamiento a medida que se atiendan las necesidades individuales de cada paciente.
Comentó el neurólogo que la medicación intensa es empleada para tratar cefaleas determinadas y deben usarse rápidamente en la fase inicial.
“En ocasiones también son efectivas para la reducción de otros síntomas del ataque, como las náuseas, los vómitos o la sensibilidad al ruido o la luz”, agregó.
Manifestó que las terapias preventivas tanto farmacológicas como no farmacológicas, son empleadas de forma diaria para prevenir los ataques o reducir su frecuencia y severidad.
Señaló que la medicación generalmente puede administrarse en casa, aunque existen terapias medicinales más agresivas que requieren inyecciones intramusculares o intravenosas que se aplican en consultorio o servicios de emergencia.
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