Miguel Angel Guerrero | 26/12/2017 | 12:13
Aunque pudieron hacerlo los diputados de las fracciones parlamentarias del congreso del estado rivales del gallardismo comandado por el alcalde Ricardo Gallardo Juárez parece que decidieron no amargarle las fiestas navideñas y de fin de año soltando datos sobre algo que ya es un secreto a voces respecto de que en la revisión de su cuenta pública del 2016 detectaron irregularidades por un monto superior a las que tiene pendientes por solventar el ex alcalde Mario García Valdez asunto que podrían detonarle más adelante con fines electoreros o, de no atajarlo oportunamente, y al seguir su curso normal causarle conflictos serios de orden legal mediante los dictámenes de los órganos fiscalizadores.
De acuerdo a comentarios hechos en corto a esta columna por uno de los diputados enterados de las anomalías encontradas en la cuenta del año anterior al pollo mayor, con el fin de no enturbiar el clima político es por lo que se decidió mantener, reservada por parte de la bancada priista la información para no dar la impresión de que se trata de un golpeteo político con miras a desinflar sus intenciones de participar en las elecciones del año siguiente.
No obstante, nuestro informante dijo desconocer si de tal circunstancia ya está enterado el alcalde por el lado de los diputados perredistas pues, según eso, todos han tenido acceso a la información relacionadas con las anomalías de la cuenta gallardista que, en un momento dado, podrían alcanzar tres veces el monto de las atribuidas a la administración municipal anterior.
Por otro lado, contradictoriamente, hay indicios de que en el despacho principal de la Unidad Administrativa Municipal ya tienen conocimiento sobre la existencia de esta bomba de tiempo toda vez que en palacio de gobierno tienen información de que enviados extraoficiales de RGJ han acudido a la contraloría del estado a intentar obtener información detallada en torno a ese tema de la que se han ido en blanco toda vez que los legisladores han optado por mantenerla en su poder y más porque faltan algunos dictámenes requeridos por los órganos fiscalizadores para iniciar las siguientes etapas propias de asuntos de tal relevancia.
En este contexto se entiende que los diputados perredistas han preferido no hacer olas con lo que saben de las irregularidades detectada, a efecto de poder estar en condiciones de pedir con cierto derecho, ayuda a los jefes gallardistas para brincar a otra candidatura mientras que los legisladores del tricolor han sido contenidos para que no las ventilen toda vez que podrían ser descalificadas rápidamente señalándolas como golpeteo político al pollo mayor con objeto de restarle intenciones de que se postule a la reelección o al senado tal y como ocurrió la vez en que se detuvo al pollo hijo previo a las elecciones gubernamentales del 2015.
No se sabe cuándo contemplen los diputados priistas estallarle esta bomba de tiempo a Gallardo Juárez como tampoco si lo harán pronto o la mantendrán hasta que estén encima los tiempos electorales pero de que existe, ya es un secreto a voces.