Cuando tejía su necesaria red de relaciones políticas y se afirmaba en su circunstancia de pieza oposicionista, falleció el delegado del CEN del PRI Jorge Schiaffino Isunza para inscribirse como el primer delegado enviado a esta plaza por los mandos centrales del tricolor que fallece estando en funciones, pues los que han estado, o han sido relevados o han regresado a gobernar sus estados de origen, lo que no pudo hacer el recientemente finado quien, según nos confió en un desayuno de hace unos meses aspiraba regresar a su amada CDMX a ocupar un cargo partidista en busca de colarse a uno de elección popular, lo que, lamentablemente, ya no podrá intentar.
Afortunadamente para los enviados por el comité nacional priista a recomponer la situación del partido o a preparar el terreno para enfrentar procesos electorales tarea que realizaba don Jorge en mancuerna con el dirigente Martín Juárez Córdoba con todo y la inseguridad que priva en la entidad, no ha llegado al grado de hacer temer por la integridad física de ese tipo de enviados del tricolor ni de los otros partidos por lo que no está de más aclarar que Schiaffino falleció de muerte natural no por otra causa.
No obstante puede recordarse que ha habido otros que como delegados del ex partidazo se las han visto negras en el cumplimiento de su misión como le sucedió en el 2006 a Ángel Sergio Guerrero Mier cuando el entonces alcalde de Matlapa, Marco Antonio Sánchez Ordaz pistola en mano tomó la sede del partido tratando de reclamar al que fungía como dirigente del partido Jorge Arreola el incumplimiento de un acuerdo de designarlo candidato a diputado local, por la que le había entregado una fuerte cantidad de dinero, con tan mala suerte para el delegado que en su furia por o encontrarlo se lo topó a él en la oficina del Arreola y, además de tenerlo privado de su libertad algo así como una hora le propinó alguno cachazos que ameritaron que fuera hospitalizado mientras el dirigente se mantenía escondido en un tinaco de agua y escapaba por la parte trasera del edificio, en un episodio que quedó sin castigo para los autores pues tanto el matlapense como el soledense ya hasta andan buscando una rendija para regresar a la política. Ya después el delegado se recuperó de las heridas y regresó a su natal Durango y, desde entonces para acá, no ha pasado nada riesgoso para los delegados que han pasado por el estado.
CABOS SUELTOS
Llama la atención la estrecha relación amistosa que llevan el alcalde Ricardo Gallardo Juárez y el empresario Jacobo Payán l que ha dado lugar a que los cercanos del pollo mayor especulen respecto de que pudieran estar amando un proyecto político juntos dirigido a capitalizar la popularidad del empresario, lo que no pasará mucho tiempo para ver por dónde llevan las cosas estos personajes…