Viernes 29 de Marzo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

¿El futbol nos distrae?

Lupillo González | 03/12/2017 | 14:44

BASTANTES PERSONAS ESTÁN convencidas que la pasión que los mexicanos tenemos por el futbol es una de las causas por las cuales no se combate o castiga la corrupción.
 
CONSIDERAN QUE ESA desbordada pasión es un distractor que muchas veces nos hace perder la brújula o de vista temas muy importantes; y que definitivamente eso ha sido factor para que la corrupción siga tan galopante en nuestro país.
 
PERSONALMENTE NO COMPARTO esta justificación, aunque tenga ciertos matices que hacen que nos distraiga momentáneamente de temas importantes, pero en definitiva no considero que esa sea una causa del poco combate a la corrupción.
 
BRASIL ES EL PAÍS MÁS apasionado al futbol y no fue impedimento para que la gente saliera indignada a las calles a protestar contra los abusos y el despilfarro de recursos antes del pasado mundial 2014, y después su presidenta Dilma Rousseff fue destituida por corrupción; y el actual mandatario Michel Temer está bajo la lupa. También en este país se fue a fondo con el caso Obredecht, donde la principal firma brasileña de construcción sobornó desde políticos, agentes policiacos, líderes sindicales y dirigentes indígenas. Aquí en México se ha encubierto a Emilio Lozoya, el exdirector de la petrolera estatal, Pemex, que está entre las figuras que recibieron sobornos de la constructora brasileña.
 
OTRO PAÍS VERDADERAMENTE aficionado al fútbol hasta la médula, como Italia, también nos puso el ejemplo para llamar a cuentas al exprimer ministro Silvio Berlusconi, que en junio de 2013 fue declarado culpable de haber pagado por sexo a una prostituta menor de edad y abusar de su poder. La condena fue de siete años de prisión y además se le prohibió ejercer cargos públicos.
 
OTRO PAÍS FUTBOLERO, AUNQUE no ha contado con la capacidad de asistir a mundiales de futbol, es Guatemala, pero también nos puso el ejemplo y en septiembre del 2015 vimos como el presidente Otto Pérez renunció, acorralado por las acusaciones de corrupción.
 
Y FINALMENTE NO QUIERO DEJAR pasar la ocasión para mencionar, por ejemplo, a uno de los activistas ciudadanos con mayor presencia en el país: Gilberto Lozano, fundador del Congreso Nacional Ciudadano, que llegó a ser presidente del Club de Futbol Rayados de Monterrey y que su gusto y pasión por el futbol en nada merman su convicción por luchar contra la corrupción, que acaba de llegar incluso hasta La Haya, Holanda, con una demanda en contra de Enrique Peña Nieto.
 
EL COMBATE A LA CORRUPCIÓN VA mucho más allá que simples aficiones deportivas. En México podrán desviar la atención de algunos temas importantes por la celebración de algún juego, pero el problema va más a fondo. La impunidad, esa sí es una de las verdaderas causas por las cuales la corrupción crece cada día. La clase política y los partidos políticos están coludidos para protegerse los unos a los otros. Cuando ya no firmen pactos para repartirse el pastel y salir ilesos, entonces las cosas podrán cambiar. Pero estos cambios sucederán por la mucha presión de la ciudadanía.
 
LA ESCALERA DE LA CORRUPCIÓN debe barrerse de arriba para abajo, sin distingo. Cuando esto suceda, el ejemplo permeará y la impunidad empezará a ceder.
 
ES POR ESO QUE LAS AFICIONES deportivas nada tienen que ver y la falta de gusto por algún deporte tampoco es sinónimo de luchar contra la corrupción. El problema es diametralmente opuesto y se tienen muy identificadas las causas por las cuales no se combate la corrupción en México, que nada tienen que ver con fobias futboleras.