Jueves 14 de Noviembre de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

La falla de Amber y otras tragedias

Leopoldo Pacheco | 29/11/2017 | 00:45

UN HALO DE GRAN TRISTEZA Y preocupación se cierne en San Luis Potosí ante las cifras que reflejan que durante los últimos días hay un incremento en los hechos de violencia en la entidad, que ha roto los precedentes anteriores, incluso en los momentos de peor crisis de los que se tenga registro en esta entidad.

 

EL HOMICIDIO DOLOSO Y EL feminicidio son la parte medular de las líneas en las que pretendo hacer referencia, amigo lector, porque en lo que se refiere a los destapes y las alianzas políticas electorales de cara al 2018, seguramente usted ya ha leído y recibido bastante información.

 

LA VIOLENCIA CONTRA LAS mujeres ha alcanzado niveles nunca antes vistos en las últimas tres décadas, presentándose con mayor frecuencia en las niñas y adolescentes, denunció la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).

 

EN UN COMUNICADO, LA organización resaltó la situación de desprotección y de violencia a la que se enfrentan las mujeres y las niñas, y que en gran parte de los casos terminan en feminicidios; por ejemplo, el caso más reciente de tres niñas torturadas y abusadas sexualmente, donde una de ellas fue asesinada en Ciudad Juárez, Chihuahua.

 

EN SAN LUIS POTOSÍ, ESTÁ causando un fuerte impacto en la sensación de seguridad, de la cual hemos hablado anteriormente, la forma en la que una menor de edad, que fue reportada desaparecida, y buscada a través de los protocolos de la Alerta Amber, tuvo el triste desenlace al haber sido hallado su cuerpo calcinado. Una jovencita de tan solo 15 años de edad. Esta situación a más de uno ha llevado “la mano a la boca”, para sugerir que por estos hechos San Luis Potosí “ya no se reconoce”.

 

POR OTRA PARTE, EN FECHAS recientes se ha hecho visible el aumento de violencia y asesinatos de adolescentes que han sido reportadas como desaparecidas, sin que haya pistas o avances en las investigación para detener a los culpables de estos delitos.

 

EN FECHAS RECIENTES, DE acuerdo a diversas publicaciones sabemos que San Luis Potosí se ha sumado, tras la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), con la presencia del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, donde se llevó a cabo un seguimiento a la Ley General para Desaparición Forzada, el mandatario potosino Juan Manuel Carreras López, sostuvo que San Luis Potosí se suma a los esfuerzos que encabeza la Federación para aplicar medidas eficientes en procesos de seguridad.

 

SIN EMBARGO ME ATREVO A señalar que no obstante a que existen los mecanismos y las leyes, lo que verdaderamente no está funcionando es la aplicación de políticas públicas para la prevención de los delitos relacionados con la desaparición forzada, y la violencia en contra de las mujeres y el feminicidio, porque no se han implementado esquemas de mayor participación de la ciudadanía en ejercicios de información y denuncia. Esperamos que el gobierno con sus policías acaben con este tipo de problemas, cuando perdemos de vista que la indiferencia con la observamos los problemas de los demás, sobre todo en las señales de violencia doméstica, por ejemplo, los pasamos por alto. Y es peor aún cuando solamente encogemos los hombros para opinar en las redes sociales, que una mujer es asesinada porque “se lo buscó”, ese es el peor de nuestros escenarios.

 

DE ACUERDO CON CIFRAS DEL Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), siete de cada 10 mujeres en México ha sufrido algún tipo de violencia.

 

DE LOS 46.5 MILLONES DE mujeres mayores de 15 años que hay en el país, 66.1 por ciento, es decir, 30.7 millones, ha enfrentado violencia de algún tipo alguna vez en su vida.

 

EL FUTURO PODRÍA SER DE LO más sombrío si la tendencia se mantiene hacia la normalización de la violencia, y es entonces que ninguna alerta Amber o Alba serán suficientes si, como sociedad, simplemente consideramos que es parte de la cotidianeidad y responsabilidad de aquellos que andan “en malos pasos”, y que siga la re victimización de aquellos que ya no pueden hablar para defenderse de opiniones miopes y obtusas e incluso religiosas.

HASTA LA PROXIMA