La autoridad que regula las telecomunicaciones, la electricidad y otras redes de Alemania (Bundesnetzagentur) decidió prohibir los relojes inteligentes para niños, esos que permiten a los padres localizar a los menores e incluso escuchar su entorno.
Según indicó la entidad, los padres han estado utilizando esos relojes para niños de entre 5 y 12 años a fin de monitorear a los maestros en hora de clase, sin que estos estén al tanto.
La autoridad considera a estos aparatos "dispositivos no autorizados de transmisión", ya que puede utilizarse para espiar de forma clandestina a otro usuario sin que este haya entregado su consentimiento
Además, cabe la posibilidad de que los dispositivos sean hackeados, permitiendo acceder de esta forma a información sensible sobre los menores que los llevan puestos.
La Bundesnetzagentur no mencionó marcas específicas, pero le recomendó a las escuelas que estén atentas a la presencia de ese tipo de dispositivos. Si la agencia se entera quiénes son los compradores de los relojes les indicará que los destruyan, agregó.
Asimismo, quedó prohibida la venta de todas las unidades que queden en las tiendas.
Esta no es la primera vez que la Bundesnetzagentur se pone estricta con un juguete para niños: a principios de año determinó la prohibición de venta de "Cayla", una muñeca con cámara y micrófono que podía conectarse a Internet.
El regulador de las telecomunicaciones alemán sostuvo en esa oportunidad que la muñeca tenía graves problemas de seguridad, que la convertía en un blanco fácil para que los piratas informáticos ingresen a su sistema y espíen libremente las actividades de los menores.
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