San Luis Potosí, SLP.- El incremento en el número de linchamientos tanto en el país como en San Luis Potosí es consecuencia del grado de decepción que se ha acumulado en la sociedad por el desconocimiento de lo que es y lo que se debe esperar del nuevo Sistema de Justicia Penal.
Entrevistados por el activista Lupillo González en el espacio radiofónico Libertad de Opinión, los juristas Armando Oviedo y Francisco Atala coincidieron en que a la autoridad le ha faltado difundir la información completa de lo que es y cómo funciona el nuevo sistema, que es totalmente técnico, en comparación con el anterior que era rudimentario.
El ejemplo más gráfico es que antes si una vecina rompía una de las macetas de la señora, ésta ponía la demanda y pedía que se fuera a la cárcel y así ocurría. Enviar a la gente a la cárcel era lo más fácil del mundo, ahora eso no ocurre así y la gente se siente muy decepcionada, explicó Armando Oviedo.
Francisco Atala coincide parcialmente con Oviedo. Atala considera que efectivamente, los linchamientos están relacionados con la insatisfacción de la población, pero esta insatisfacción es multifactorial, ya que procede de una falta de capacitación del personal adscrito a las corporaciones policiacas, pero también de la falta de cultura de la población que ignora cómo es y cómo funciona este nuevo sistema, y junto con esto la ausencia de más cosas que juntas crean el ambiente propicio para la expresión que detona en acciones de linchamiento cada vez más frecuentes.
Pasamos de un sistema rudimentario a un sistema técnico, por lo que todos los operadores de este sistema requieren capacitación, que no es tema de un solo momento sino que debe ser permanente. Hay países en los que la transición ha durado casi 10 años, explicó Armando Oviedo.
Atala consideró que tampoco ayuda mucho el hecho de que con el paso del tiempo se fueron militarizando los mandos policiacos debido en gran medida al estigma que presentaba México, en donde las fuerzas armadas castrenses tenían la imagen de que eran las fuerzas más preparadas y con más capacitación. Y sí lo eran, pero para defender un país, no para hacer un trabajo de policía.
La diferencia entre el sistema anterior y el actual es tan grande, que mientras que en el anterior la solución a todos los problemas era la cárcel, en el actual solo el 15 por ciento se castiga con esta pena, y esto choca con la costumbre del pueblo mexicano, señaló Francisco Atala.
Tanto Armando Oviedo como Francisco Atala estuvieron de acuerdo en que no se puede permitir que las autoridades confundan a la sociedad. Cuando los ciudadanos atrapan a un delincuente cuando se encuentra cometiendo una fechoría, es legítimo que lo hagan, es una acción que está considerada incluso en la Constitución General de la República, pero para que no caigan estos ciudadanos en un delito, deben dar parte a las autoridades de inmediato y presentar la denuncia correspondiente, porque de lo contrario el delincuente saldrá libre por falta de acusador, advirtieron.