Lupillo González | 18/11/2017 | 01:38
Tal vez algunas personas se pudieron haber sorprendido con la inscripción como aspirante independiente para contender por la alcaldía capitalina por parte de Xavier Nava.
Yo encuentro aspectos que contrastan y que es importante no dejar de señalar y menos perder de vista. De entrada llama poderosamente la atención que en cuanto el diputado federal se registraba en el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de San Luis Potosí (Ceepac) estallaba la ira y enojo de eso que se le conoce como “la gallardía”.
En tiempo record se inundaron las redes sociales con memes, publicaciones y notas atacando fuertemente al aspirante a la alcaldía por la vía independiente.
Esa es la primera parte que a mí como ciudadano no me gusta nada, la intolerancia, que la competencia genere este tipo de violencia, un rencor, una reacción virulenta.
El “gallardismo” debe entender que vivimos en un país democrático y que la competencia electoral es sana, es peligroso el proceder autoritario, que siempre busca imponer. Cada día se acumulan más acciones de intolerancia muy bien planeadas y perfectamente acomodadas al tiempo y momento, lo cual debe preocupar bastante, ya que esto se puede desbordar en violencia física y agresiones de todo tipo.
Cuidado, estamos a tiempo de que la cordura tome su cauce. Por otro lado, siendo congruente con mi visión, veo muy mal que Xavier Nava siendo diputado federal por el PRD y bien ligado a ese partido por medio de los llamados “Galileos”, una corriente de izquierda que encabeza Guadalupe Acosta Naranjo, se registre como aspirante a candidato independiente. Insisto, la esencia de las candidaturas independientes es darle espacio y participación a quien nada tiene que ver con los partidos políticos, a quien representa todo lo opuesto a la partidocracia.
Lamentablemente los legisladores potosinos nunca toman en cuenta la visión ciudadana y adecuaron y mutilaron la ley electoral para candidatos independientes para quitar esos candados y así dejar abierta la posibilidad para que incluso alguien que hoy recibe un sueldo o dieta y apoyos legislativos con recursos públicos pueda inscribirse para lograr el registro como candidato independiente.
Y precisamente hablando de leyes mal hechas, Xavier Nava no la tendrá nada fácil, ya que conseguir el número de respaldos ciudadanos para lograr el registro le será más difícil que crear un nuevo partido político. Así de terrible esta la ley electoral en San Luis Potosí, perversamente adecuada por la partidocracia y sus diputados en el congreso.
Claroscuros veo yo en esta aspiración de Xavier Nava, que legalmente nada le impide pero las formas y momentos no me suenan de lo más congruente. Por otro lado veo la polarización política que amenaza con la explosión violenta por parte de gente que sigue pensando que el estado potosino se maneja como un pueblo del viejo oeste.