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Notimex | 17/11/2017 | 09:27
El desfile de las escuelas de samba de Río de Janeiro en el Sambódromo –uno de los puntos álgidos del Carnaval en Brasil- sigue en peligro a menos de 90 días del evento, como consecuencia del impasse de la organización para obtener financiación tras el corte del 50 por ciento de los fondos públicos anunciado en junio.
“No sabemos qué va a pasar. Este mes será clave”, explicaron a Notimex fuentes de la Liga Independiente de las Escuelas de Samba de Río de Janeiro (Liesa) que prefirieron no ser citadas.
El presidente de la Liesa, Jorge Castanheira, no respondió a los pedidos para comentar la información, pero en junio el líder de esta asociación que representa a la docena de escuelas de samba del grupo especial (la “primera división” de los desfiles) ya dijo que el evento podría ser cancelado.
“Si prevalece la decisión del alcalde serán inviables las presentaciones de las escuelas de samba en el Carnaval de 2018”, explicó.
En octubre fueron cancelados los ensayos técnicos en el Sambódromo, que atraía a miles de personas para asistir gratuitamente a las pruebas, como consecuencia de la falta de presupuesto.
El principal escollo es la caída de la financiación municipal en un 50 por ciento (de 24 a 12 millones de reales, 7.5 y 3.7 millones de dólares, respectivamente), una decisión del alcalde Marcelo Crivella, quien dijo que la razón para este corte es económica, pues pretende aumentar las contribuciones para guarderías.
Sin embargo, a pesar de la dura crisis que vive Brasil y, en particular, Río de Janeiro, los organizadores atribuyen a Crivella un motivo ideológico, pues este político es un ex ‘obispo’ de la iglesia Universal, una poderosa comunidad pentecostal conservadora que posee miles de templos en Brasil y en el mundo.
La Liesa trata de conseguir fondos a contrarreloj del gobierno federal, y el presidente brasileño, Michel Temer, habría prometido 13 millones de reales, pero de momento los fondos no llegaron.
Tampoco prosperaron por el momento los intentos de conseguir patrocinios privados o de entidades públicas, como la Caixa Económica Federal, un banco público que se rumorea pueda aportar ocho millones de reales.
El desfile en el Sambódromo de Río es el emblema del Carnaval de Río –uno de los más famosos del mundo-, y los organizadores aseguran que “el mayor evento a cielo abierto del mundo” genera miles de puestos de trabajo y negocios para la ciudad por valor de cientos de millones de dólares, sobre todo en turismo.
La docena de escuelas de samba del grupo especial que desfilan por el Sambódromo tienen miles de seguidores y se preparan todo un año para organizar sus presentaciones alegóricas, en las que gastan cientos de miles de dólares.
La mayoría de las escuelas cuenta con talleres propios para erigir y construir estructuras que implican el trabajo durante meses de ingenieros, soldadores y carpinteros, todo para preparar un desfile por el Sambódromo que dura poco más de una hora por escuela.
Los críticos señalan que las escuelas no divulgan el uso que dan al dinero ni detallan sus presupuestos, y desde hace décadas se critica la falta de transparencia de estas agremiaciones que no han sabido adaptar sus espectáculos para ser independientes de los fondos públicos.
El año pasado el desfile en el Sambódromo –que se produjo en su mayoría bajo una intensa lluvia- ya estuvo marcado por la polémica, después de que dos trágicos accidentes en sendos días de desfile provocaran una persona muerta y otras 33 heridas.
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