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Pasos para eliminar un mal hábito

Agencia | 16/11/2017 | 12:38

En ocasiones, acabar con los malos hábitos no es algo fácil. Sin embargo, si sigues estos pasos quizá sí te pueda resultar más sencillo. No lo dudes y toma nota de estas recomendaciones que te resultarán de lo más útiles.

1. Piensa si es un mal hábito o una adicción
Es fundamental que, antes de nada, tú mismo seas capaz de ver si estás ante un mal hábito o ante una adicción. La principal diferencia entre ambos es el contexto situacional en el que se da.

Por ejemplo, si siempre a una hora establecida o bajo determinadas circunstancias que no varían, tú tienes los mismos malos hábitos.

Piensa qué pasaría si la situación cambia. Sí podrías aguantar un par de horas sin incurrir en tu mal hábito o si tendrías precisamente la mente en eso.

Debes tener en cuenta que, en el caso de que se trate de una adicción, esto no solo tiene una serie de síntomas a nivel fisiológico, sino que también, los tiene a nivel psicológico y emocional.

Por ello es mucho más complicado luchar solo contra una adicción. En tal caso, lo mejor sería que consultaras a un especialista o a un psicólogo. Si se trata de un mal hábito sí puedes corregirlo tú mismo.

2. Ponte como objetivo deshacerte de este hábito
Debes ponerte como objetivo que tienes que deshacerte de este hábito. Para ello, tendrás que definir los motivos por los que tienes que dejarlos. Piensa en sus consecuencias negativas y lo que ello te supone.

No olvides imaginar cómo sería tu día a día sin él. El objetivo aquí es que encuentres las ventajas para abandonar este hábito.

Por ello, lo importante es hacer un listado con todas las cosas negativas que te puede llegar a provocar esta práctica. Solo así, verás claro el porqué debes lograrlo y la situación en la que te encuentras.

También, te puede ayudar elaborar otro listado con futuros cambios positivos. Para ello, tendrás que describirlos muy bien. Así lograrás que la motivación sea fructífera.

3. Ponte una fecha tope para alcanzar tu objetivo
Es importante que marques la fecha final en la que quieres derrotar este hábito. De modo que, sería recomendable, fijar un plazo de tiempo que sea realista. Lo más común es establecer una duración que oscile entre uno y tres meses.

Ten en cuenta que, por más que quieras, no podrás deshacerte de un hábito en un día. Así que, ser consciente de ello te ayudará a prepararte interiormente.

También puede ayudarte el simple hecho de dividir la meta en varias etapas. Así lograrás que tu mente asimile los posibles cambios graduales sin que esto suponga un estrés. Por ejemplo, a partir del día siguiente, dejar de practicar este hábito nocivo por las tardes.

En una semana, hacerlo solo los fines de semana y, una vez transcurrido el mes, abandonarlo por completo, por ejemplo.

4. Encuentra a personas que puedan estar en tu circunstancia
A través de las redes sociales podrás, quizá, encontrar a personas que compartan tu situación. Sus historias pueden servirte de inspiración. Puedes contarles tus preocupaciones, pedirles consejo, etc.

Ellos están en situaciones similares, así, lo más probable es que te comprendan de verdad y no te juzguen. Ten en cuenta que cuantas más personas cercanas a ti sepan tus intenciones, más se reduce la posibilidad del fracaso.

Y es que, aunque muchas veces no queramos admitirlo, siempre nos resulta importante la opinión de los otros y, sin embargo, no cedemos a la influencia de la sociedad, sí que puede ayudarnos en nuestros propósitos para modificarlos.

5. No tengas miedo a volver a caer en el hábito
De vez en cuando pensarás en volver a caer en el hábito. Es importante no tener miedo de ello y no culparte si sientes momentos de debilidad.

En ese caso lo que tienes que hacer es volver a intentar abandonarlo. A veces no se consiguen las cosas a la primera.

Puedes considerar tu hábito por derrotado si desde la fecha propuesta han pasado 66 días y no has vuelto a caer en él. Entonces habrás vencido tú a esta mala costumbre que tenías.