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Crecen mujeres que migran y se exponen a trata

Notimex | 15/11/2017 | 08:40

Ciudad del Vaticano.- La ministra de la Suprema Corte de Justicia de México, Norma Lucía Piña Hernández, alertó aquí sobre el significativo crecimiento en el número de mujeres que atraviesan su país como migrantes hacia los Estados Unidos y se exponen a caer víctimas de las redes de trata de personas.

“Hay una feminización de las migraciones. Antes tradicionalmente era el hombre el que migraba, ahora se ha visto que el fenómeno se ha incrementado notablemente entre las mujeres”, aseguró en entrevista con Notimex.

“Esto se atribuye a dos causas: porque la mujer busca empleo, mejorar sus condiciones de trabajo o bien por reunificar la familia porque su pareja se encuentra en otro país. Pero sí ha aumentado la migración femenina”, añadió.

Consideró que esa situación genera un crecimiento en la trata de personas con fines de explotación sexual, porque las mujeres son captadas como migrantes y después se las obliga a ejercer la prostitución.

La magistrada participó en estos días de una cumbre mundial de juezas y procuradoras organizada por la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales del Vaticano a instancias del Papa Francisco para abordar los fenómenos del tráfico de personas y la delincuencia organizada.

Durante su ponencia, ante juristas de más de 40 países, Piña Hernández constató la “invisibilización” a la que se someten las migrantes al atravesar México en su afán por cruzar a la unión americana.

Además estableció que no resulta casual que las rutas de la droga coincidan con las rutas de la trata.

“Las personas que van cruzando y generalmente buscan como fin los Estados Unidos, lo que menos quieren es ser visibles, no se quieren acercar a las autoridades y eso complica el que se les pueda ayudar en los diversos problemas que ellos tienen durante su trayectoria”, señaló.

Destacó que México cuenta con una “muy buena legislación” y protocolos adecuados para juzgar con perspectiva de género los casos de trata y también para garantizar la reparación del daño a las víctimas.

Pero consideró necesario darle un enfoque global al tratamiento de los delitos, porque el tráfico de personas es ejercido por organizaciones de varios países y por eso la cooperación de las autoridades debe ser internacional.

Una de las conclusiones del coloquio de juezas y fiscales mujeres en el Vaticano fue la petición de que la trata de personas sea declarada como “delito de lesa humanidad”.

Al respecto la magistrada consideró necesario estudiar esta posibilidad y sus consecuencias, porque esa declaratoria implicaría que los delitos no prescriban.

Si bien insistió que en México las penas para los tratantes, incluidas en la legislación, “están bien pensadas”, reconoció que se debe trabajar con mayor ahínco en la información a las víctimas y el acceso a la justicia para ellas.

“Como líder moral, en todos los países, pero sobre todo en los que predomina cierto tipo de religión, (el Papa Francisco) puede tener incidencia no sólo en las instituciones sino también en los habitantes, ese es el cambio cultural que necesitamos”, dijo.

“No son tanto las instituciones, en las leyes. La diferencia está en que todos veamos en nuestro semejante a una persona, ese es el cambio y es la incidencia que puede tener el Papa”, sentenció.